Es un hecho, a muchos de nosotros el home office nos ha hecho olvidarnos del código de vestimenta. Estoy segura que más de una vez has trabajado vistiendo tus pants favoritos y un par de chanclas, sandalias o como les llames que te han acompañado durante toda la cuarentena. Algunos otros prefieren andar descalzos por toda la casa, por el calor o simplemente por lo cómodo que les resulta, ¿a poco no?
Si este es tu caso lo puedes seguir haciendo, a estas alturas todo lo que ayude a sentirnos bien es válido. Pero, asegúrate de dedicarle un tiempo a tus pies, esos que se han encargado de levantarte en más de una ocasión. Estamos conscientes que a todos nos cae bien un masajito en los pies, esta vez tendrás que hacerlo tú mismo, créeme es un acto de amor propio que mereces.
A continuación compartiremos contigo algunos consejos básicos para una relajante sesión de spa para pies en casa, antes de comenzar asegúrate de contar con los siguientes ingredientes:
– Una tina de plástico (lo suficientemente grande como para remojar los pies)
– Agua tibia
– Un frasco de canicas (opcional para darle masaje a tus pies)
– Toalla
– Sales (una cucharada de Epsom o sales marinas)
– Aceites esenciales (lavanda, menta o aceites de hierba de limón)
– Leche en polvo (2-3 cucharadas)
– Aceite de almendras (1 cucharada)
– Un puñado de pétalos de rosa (opcional)
– Un cepillo y exfoliante para pies
– Crema hidratante
Y si quieres incluir el pedicure, también necesitarás:
– Cortauñas
– Removedor de cutícula
– Quitaesmalte
– Tu barniz de uñas favorito
1. Establece un espacio para tu spa
Además del procedimiento en sí, lo que nos ayuda a relajarnos durante un masaje es el ambiente. Elige un lugar cómodo, enciende algunas velas aromáticas y pon una playlist con música relajante, esto mejorará tu experiencia sensorial.
2. Prepara tu baño de sales
Coloca las canicas en la tina y llénala con agua tibia. Mezcla las sales en el agua, agrega 10-15 gotas de aceite esencial y los pétalos de rosa (si los tienes). Si quieres suavizar tus pies utiliza la leche en polvo y aceite de almendras. Deja que tus pies se remojen en el agua caliente durante al menos 15-20 minutos. Mientras tanto, puedes relajarte, recostarte y ponerte una sheet mask, leer un libro o simplemente tomarte un té.
3. Exfolia tus pies
Ahora, utiliza un cepillo de exfoliación y frota tus pies suavemente, especialmente los talones. También puedes usar una piedra pómez si notas callosidades. Si lo que tienes a la mano es una mezcla exfoliante, aplícalo en todos tus pies y frótalos minuciosamente durante 5 minutos. Enjuágalos con el agua tibia de la tina.
4. Masajea suavemente tus pies
Coloca los pies sobre las canicas y gíralos de un lado a otro. Si no tienes canicas, no te preocupes, usa tus manos para darte un masaje. También puedes usar algún masajeador que tengas en casa.
5. Hidrata tus pies
Después del masaje, vuelve a lavar tus pies en el agua y sécalos con una toalla. Aplica una crema hidratante y si vas a parar aquí, ponte los calcetines y ¡listo!
6. Hora del pedicure
Corta tus uñas con un cortaúñas. Usa el removedor de cutículas para empujar y limpiar las cutículas. Una vez hecho esto, aplica una capa base de esmalte de uñas transparente y luego aplica tu barníz favorito. Espera al menos 45 minutos o hasta que el esmalte de uñas se seque antes de usar tus calcetines.
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