La auto-profecía se trata de tener pensamientos que se cumplen, sin importar si tienen una connotación positiva o negativa. Su proceso implica distintos eventos psicológicos que pueden ser desde creer algo falso acerca de alguien, tratar a una persona de la manera de acuerdo a tu falsa creencia o hasta responder y tratar a alguien de acuerdo a la confirmación de ésta.
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Fue el sociólogo Robert K. Merton quien en su libro Teoría Social y Estructura Social (1949) acuñó el término y se definió como “profecía cumplida”. Un ejemplo claro de su uso es en el deporte, cuando un entrenador cree en un jugador y en su habilidad, lo que lo lleva a cumplir esa creencia.
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De igual manera para en la educación, con aquellos profesores que creen que sus alumnos tiene capacidades altas y fomentan su aprendizaje hasta obtener buenos resultados. Y claro, en la vida personal cuando hacemos profecías positivas sobre nuestra pareja o un ser querido y hay posibilidades de obtener resultados positivos aunque también negativos. La razón es que una profecía negativa puede influenciar suficiente a una persona para que se cumpla. El miedo a fallar, por ejemplo en un matrimonio, hace que se confirme el fracaso cuando uno de los dos lo piensa.
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Así que, al saber esta información, lo mejor que puedes hacer es mantener los pensamientos positivos y dejar de lado la indecisión y la negatividad. Rodéate de personas que te vean con admiración y constantemente te motiven a salir adelante.
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Si crees en ti y crees en la personas de tu alrededor, entonces cosas mágicas pueden funcionar para ambos. Los pensamientos positivos y negativos son como una cadena contagiosa que realmente pueden crear cosas maravillosas o realmente tristes. Sé un motivador de cambios y tal y como dice el dicho “sonríele a la vida, que ésta también te sonreirá”.
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