Aunque la cerveza está irremediablemente asociada con una botella de vidrio a bajas temperaturas, diferentes cervecerías artesanales alrededor del mundo han decidido apostar por envasar sus bebidas en botellas de PET. ¿La razón? El PET es cien por ciento reciclable, más ligero y menos peligroso en caso de algún accidente.
Contrario a lo que muchos creemos, existen estudios que han demostrado que las botellas de vidrio podrían ser mucho más dañinas para el medio ambiente que las botellas de plástico. Pues para empezar aunque es un material natural, analizando el proceso general para el producto final, las botellas de vidrio emiten seis veces más la cantidad de Gases Efecto Invernadero que el plástico y requieren más energía para su fabricación que para la producción o el reciclaje del plástico.
Los combustibles fósiles utilizados para generar las muy altas temperaturas necesarias para la fabricación de vidrio son solo una de las importantes consideraciones, además de las grandes cantidades de agua que necesita el proceso de reciclaje con vidrio.
Otro de los puntos que consideran para decir que las botellas de plástico son más sostenibles es que las botellas de vidrio resultan más pesadas y por ende, también se gasta más energía y combustible para transportarlas. Además es un material más frágil y podría ser necesario utilizar otros elementos para protegerlo. Así se crea más contaminación en la fabricación, envío y reciclaje de vidrio.
Sin embargo, la mayoría de la gente piensa que las botellas de plástico son un problema ambiental por la basura que se genera además de que pueden filtrar químicos dañinos para nuestra salud, ya sea en el ambiente o en nuestro propio cuerpo a través de los alimentos o bebidas empaquetados.
Pero en el caso del PET, puede ser mucho más sostenible. El material es cien por ciento reciclable, este puede ser reutilizado y convertido en productos diferentes al original, más allá de crear otras botellas, se han hecho tenis, ropa y hasta construcciones con PET.
Misterios Marakame es la primer cerveza en México y Latinoamérica que es embotellada en PET. Su planta ha trabajado con los aditivos necesarios (libres de BPA), para no modificar el sabor y aroma de su bebida artesanal, y mejor aún permitir su correcta carbonatación. Su envase mantiene el producto en estado óptimo durante varios meses.
La botella de 710 ml (comparable en tamaño y forma a la tradicional “caguama”) también es de fácil transportación (su peso es de solo 42.5 gramos) y permite que varios disfruten de la misma sin necesidad de varias botellas.
Se trata de una cuestión social, y es que en realidad nuestros mares y territorios están contaminados por el humano, el plástico no es nuestro enemigo si no nuestra escasa cultura de reciclaje y malos hábitos. Si todas las botellas de plástico se reciclaran y reutilizaran a pesar de no ser naturalmente degradables el impacto ambiental podría verse reducido.
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