¿Cuáles son los primeros detalles que consideras cuando eliges un destino para viajar? ¿Cercanía? ¿Oferta turística? ¿Gastronomía? ¿Un conjunto de todo? Si bien es cierto que hacer la elección de un destino en ocasiones no es muy simple, hay países y ciudades que, se posicionan en nuestra cabeza como top choice fácilmente. Uno de estos destinos es Japón, un país que desde la llegada a su aeropuerto te maravillas y, cuando empiezas a explorar las diferentes zonas, te das cuenta que, REAL, ¡lo tiene todo!
Japón es un destino que poco a poco se ha ido posicionando entre la sociedad mexicana como una gran opción para viajar, y debo decirte que sí, desde que puse un pie en el aeropuerto de Narita, confirme que este país es muy diferente a la cultura occidental, por un lado; y que también marca diferencia en Asia. La oferta turística en el país del sol naciente es tan amplia, que puedes pensar en ir en la época de las hojas rosas (en primavera) o de las hojas rojas (otoño), o tal vez planear el verano al sur de la isla o, si eres un apasionado de los deportes de nieve, ir a la zona norte del país a los impresionantes resorts de esquí que tiene.
Pero no vayamos tan lejos. Durante nuestra estancia en Japón visitamos muchas de las zonas más populares en este país y comenzamos con Tokio, la capital del país, y que ofrece contrastes muy peculiares que te permitirán disfrutar de una forma diferente tu estadía.
¿Cuál es la forma más sencilla de llegar a Tokio?
Si pensamos en un vuelo de 15 horas, la verdad es que lo que buscamos es comodidad cuando viajamos. Además de eso, evitar lo más posible las escalas, porque hasta hace unos años, era regla tener que hacer escalas en la costa Oeste de Estados Unidos. Afortunadamente ahora hay opciones para volar México-Narita y esa fue la ruta que tomamos con ANA Airlines. Una opción que tiene todo lo que necesitas, porque a partir de la categoría Premium Economy, tienes acceso a los lounges de CDMX y Narita, servicio de primera categoría y comodidad para disfrutar de un vuelo de 15 horas. Con eso, es obvio que dormirás perfecto en el vuelo, llegarás fresco y listo para disfrutar del día en Tokio, como yo, que a las 7am estaba listo para descubrir la magia de la capital japonesa.
No les mentiré, este destino es algo que estaba en mi bucket list para 2020, que se realizan los Juegos Olímpicos o 2021, pero tenía que ir sí o sí. Si son de la generación que creció con Sailor Moon, Los Caballeros del Zodiaco, Ranma, Los Supercampeones, Dragon Ball, Candy Candy, Mazinger Z y por supuesto, Nintendo y Mario Bros. entonces entenderás la emoción que me generó descubrir Tokio. A tu llegada, Mario, ese famosos plomero de los videojuegos, te recibe con enormes espectaculares que indican que estás en el país que creó a ese maestro de las tuberías y héroe de la princesa Peach en muchas de las ediciones del juego en el que es protagonista.
Luego, entonces llega el golpe de realidad: organización total, respeto a la líneas de espera, decenas de señalizaciones para saber que Tokio está a unos minutos de entrar en tu vista. Debo confesar que las primeras horas en la capital japonesa fueron para asimilar y entender donde estaba y qué es lo que pasaría durante los próximo días, luego, de golpe nos encontramos con el imponente palacio imperial. Ese que ha sido habitado por generaciones de familias reales en Japón y que ahora es habitado por Hiro-no-miya Naruhito Shinnō, desde 2019, luego de que su padre abdicó al trono.
Día 1: Explora la ciudad combinando la gastronomía en tus tours
La gastronomía en Japón es muy variada, pero en Tokio dominan las opciones que vienen del mar al ser el puerto principal del país para la pesca. Uno de los lugares que no puedes dejar de explorar es Tsukiji Market, un espacio en el que puedes probar muchas opciones de comida tradicional entre la población, desde anguila recién pescada hasta la muy popular carne wagyu y kobe. Puedes probar las brochetas de pescado flameadas y hasta los “unis” o erizos de mar, que son una combinación entre lo salado del mar y una textura cremosa como la hueva de salmón, una delicia al paladar. Eso sí, tienes que ir con la mente abierta.
Dentro del recorrido que puedes hacer en Tokio, si eres un fanático de la tecnología, los vieojuegos y el anime, entonces tienes que parar unos momentos en Akihabara. La zona más tecnológica de la ciudad y donde vas a encontrar miles de metros cuadrados llenos de lo más novedoso (y hasta extraño) en ese rubro. Tip: lleva yenes en moneda porque los necesitarás para obtener llaveros o juguetes de colección de las caricaturas más populares de Japón en las máquinas expendedoras que encontrarás en las calles.
Día 2: No te pierdas de los templos sintoístas y el famoso cosplay
Puede sonar a una combinación un poco extraña, pero por la ubicación en la zona cercana a Shibuya, no dejes de visitar uno de los templos sintoístas más grandes de la ciudad: Meiji Jingu Shrine. Este lugar está dedicado a las deidades del emperador Meiji y su esposa, la emperatriz Shoken. Un espacio que vale la pena visitar al atardecer porque es un camino largo de terracería el que te llevará a la zona sagrada en la que podrás disfrutar de las imponentes estructuras que tienen cientos de años de vida y que son resguardadas por un Alishan, un tipo de árbol que fue traído desde Taiwán.
Antes o después de tu visita al templo, te recomiendo que des una vuelta en la zona de Harajuku, donde destaca Takeshita Street, un lugar en el que puedes encontrar lo inimaginable si hablamos de cosplay. Además, la gente que la visita, quitando a los turistas, visten todo tipo de atuendos que son muy llamativos y querrás tomar fotos de cada rincón. Los colores son parte fundamental de esta calle, que te anuncia que has llegado al lugar indicado con el nombre en un letrero enorme al inicio de la misma y, que si vas de noche, te deslumbrará aun más con el colorido que ofrece. Durante tu recorrido, no puedes dejar de probar el mega algodón de azúcar de colores, una bomba dulce que vale pedir por el #instamoment.
Tras tu recorrido en el área de Takeshita Street y Hinjuku, es momento de ir a una de la zonas más transitadas por peatones en Tokio: Shibuya. Este es uno de los cruces peatonales más famosos del mundo por la cantidad de gente que se mueve en todas direcciones al “unísono” del semáforo y que, incluso, se ha convertido en una atracción turística porque hay edificios que cuentan con terrazas con vista a Shibuya Crossing para ver este espectáculo. Además de eso, tienes que ir a la estación de trenes, seguro que estás familiarizado con la historia de Hachikō, pues ahí afuera de la estación, se encuentra la estatua memorial a este famoso cachorro que esperó por su dueño hasta que falleció. Considera que es una de las atracciones principales del área, así que tendrás que hacer fila si es que quieres tomarte una foto de recuerdo con este histórico Akita. Cierra tu día visitando un Izakaya tradicional, es una experiencia que tienes que vivir para saber que de verdad estás disfrutando la esencia total de Tokio.
Día 3: Vive la experiencia de la gastronomía tradicional japonesa
Parte de la agenda cuando viajas a Japón, sin importar la zona en la que estés, debe incluir las experiencias tradicionales gastronómicas. Visitar un tradicional sushi, un tempura o un izakaya, como mencionaba antes, y como no podíamos irnos de Tokio sin conocer un Tempura house, conocimos uno de los más populares cercano a la Tokyo Skytree Tower en el barrio de Sumida, hacia el norte de la capital. Al entrar vas a vivir la experiencia japonesa al máximo: tatami, adiós zapatos, agradecimiento por la comida y siete tiempos que incluyen pescado fresco, gohan, verduras hervidas, sopa miso y por supuesto, ¡sake!
Todo cuidadosamente armado para que puedas disfrutar de una comida perfecta. Al ser un tempura, evidentemente las opciones que no te puedes perder son los pescados, camarones y verduras capeadas, una verdadera delicia que pueden combinar perfecto con un sake de la casa. Tip: Te recomiendo que si estás empezando a degustar esta bebida, pidas una opción que no sea tan seca porque podría ser muy agresivo para tu paladar. Después de recargar pila, es momento de continuar con la travesía en Tokio y visitar uno de los lugares más bonitos e imperdibles de la ciudad: Asakusa, Sensoji Temple.
Este lugar es uno de los más increíbles que tiene Japón. ¿Ubicas la foto con una pagoda al fondo, los árboles de cerezo y una caricatura japonesa de protagonista? Bueno, pues aquí es donde puedes recrear esa imagen, un templo budista dedicado a Kannon, la diosa de la misericordia, y que desde la llegada es impresionante con sus guerreros protectores en la entrada de las puertas que dan paso a un tradicional mercado de artesanías, artículos del budismo y, claro está, comida. Durante tu recorrido hasta el templo principal, tienes que probar los Taiyakis (galletas rellenas de frijol rojo) y los helados de cherry blossom, matcha o bambú. ¡Una delicia!
Tu recorrido estará completo con una fotografía con la Pagoda de siete pisos al fondo o el templo de Kannon a tu espaldas, momento memorable que puede culminar con un recorrido en Jinrikisha, un transporte tradicional en la ciudad que es un carrito en dos ruedas, jalado por un hombre. Sí, como lo viste en las películas y caricaturas. Ahora sí, estás listo para disfrutar de 72 horas increíbles en Tokio.
Si quieres conocer más sobre Japón y las diferentes actividades turísticas, puedes dar clic aquí.
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