La tercera generación de esta exclusiva SUV deportiva ha llegado a nuestro país. Gracias al equipo de Porsche, tuvimos la oportunidad de conocerla y probarla en las transitadas calles y retadoras carreteras de Monterrey.
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Fue un viaje lleno de sorpresas, pues lo que estaba planeado para ser un recorrido de horas bajo la luz del sol, se convirtió en algo mucho más corto y desafiante gracias a un clima frío, nublado y lluvioso. Al llegar pudimos escoger cuál de los dos modelos —disponibles hasta ese momento— queríamos probar: la versión regular y la “S”.
Nosotros comenzamos con la versión regular, que de ‘regular’ no tiene absolutamente nada. Desde el momento que pones el primer pie en su interior, todo cambia. El asiento te abraza y puedes personalizarlo por completo para que el ajuste sea más que perfecto. Una vez que estás completamente cómodo, es inevitable que tablero atrape tu atención, y es que la pantalla touch de 13″ es como un juguete nuevo que hay que explorar hasta conocer todas sus funciones. Tiene un sensor responsivo que hace que la pantalla se active cuando tu apenas te acercas, incluso antes de que tu llegues a tocarla.
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Al estar un poco familiarizados con los controles y la pantalla (porque en realidad nos faltó mucho por descubrir) llegó el momento estelar: pisar el acelerador. Nuestra ventaja fue que las vías rápidas de Monterrey realmente son rápidas a diferencia de las de la Ciudad de México, por lo que con todas las medidas de seguridad, pudimos llegar arriba de los 140-160 km/h. Una sorpresa para los pasajeros, pues no se sentía ni cerca de eso.
Lo interesante fue cuando nos adentramos hacia la carretera de Cola de Caballo, ya que tiene curvas de más de 180º con un ángulo bastante considerable de inclinación. Y si a esto le sumamos la llovizna que nos acompañaba, la adrenalina de vivir el poder de Porsche estaba a tope. La respuesta, estabilidad y seguridad de la nueva Cayenne siempre fue incuestionable. Realmente se sintió como un coche deportivo de tamaño familiar, que a pesar de ser grande, eso nunca fue un obstáculo para ser ligera y potente.
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Sus 340 caballos de fuerza se hicieron presentes también al bajar de la montaña, pues uno podría pensar que el camino de regreso es más sencillo, pero el agua no facilita exactamente el descenso. La rápida respuesta del freno se volvió nuestra mejor amiga y la función de cámara 360º nos ayudó bastante cuando otro coche pasaba a nuestro lado.
Al llegar de regreso a la ciudad, nuestra percepción de esta exclusiva SUV ya no era la misma. Su diseño exterior, deportivo y elegante, solamente es la cautivante fachada de toda la tecnología y poder que vive en las entrañas de este auto. Puede lograr acelerar de 0 a 100 km/h en solo 6.2 segundos y alcanzar una velocidad de hasta 245 km/h.
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Y aunque esta versión nos impresionó mucho, todavía no habíamos estado al volante de la Cayenne S, así que al día siguiente nos aventuramos a conocerla. Esta vez el clima estuvo de nuestro lado, y aunque la neblina no nos dejó ver el Cerro de la Silla o el de Chipinque, nos adentramos hacia los rincones de la fascinante Huasteca. El camino fue mucho más sencillo que el día anterior, pero igual de emocionante, pues llegamos a un punto donde pudimos probar diferentes modos del motor, como Sport, Sport Plus, E-Power y Hybrid, además de diferentes alturas de la suspensión.
Aquí algunas de las fotos que tomamos después de levantar un poco de tierra:
El gran ausente de nuestro viaje fue el modelo “Turbo”, cuyo poder alcanza los 550 hsp para lograr llegar de 0 a 100 km/h en 3.9 segundos, ya que no estaba disponible para prueba porque todavía no llegaba a nuestro país.
Para más información de esta impresionante SUV visita Porsche.com.
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