Platicamos con María Hernández, curadora de la exposición Hilos de Historia

Los amantes de la historia y de la moda, ya sea por separado o en conjunto, serán capaces de sentir más de un escalofrío al visitar la exposición Hilos de Historia en el Museo Nacional de Historia, dentro del Castillo de Chapultepec.

Una muestra que reúne 180 piezas de indumentaria, entre los que destacan piezas del periodo virreinal y novohispano. Prendas con más de 100 años de vida, que no solo merecen estar en exhibición por su impresionante técnica de confección y materiales, sino por su historia, ya que fueron portadas por héroes de la nación y por importantes personalidades.

The Happening tuvo la oportunidad de platicar con María Hernández, investigadora del INAH, quien estuvo a cargo de la curaduría de esta inigualable presentación:

¿Cómo fue el proceso de decisión para presentar esta exhibición?
El Museo Nacional de Historia tiene 70 años de habitar el Castillo de Chapultepec. Nunca en ese tiempo se había dado el caso de tener una exposición temporal dedicada a la indumentaria. Si bien, hay salas en la exposición permanente en las que siempre ha habido ejemplares del vestir, pero no habían estado inmersos en un guión, en un discurso.
La exposición surge debido a que en los últimos años la colección ha aumentado notablemente. Hubo muchas donaciones y recientemente compra, y ahora contamos con aproximadamente 10,000 piezas, entre prendas, accesorios, abanicos, botones, hebillas, etc. Entonces estamos en condiciones de hacer una cuidadosa selección. Este museo es el único del país que tiene cuatro ejemplares de vestidos virreinales notables que se usaron en estas tierras. Hay otros de la misma época, pero estos cuatro ejemplares se exhibieron por algunos años y se dañaron. Mucho tiempo estuvieron guardados. Tres de ellos son de seda, que fueron los más dañados, y el otro es de terciopelo. Entonces en lo que va de este siglo se estuvieron restaurando y ya están listos. Tenemos muchos motivos para pensar en una selección de este universo tan grande. Cada una de las piezas están por algo. Quisimos mostrarlas al público porque son patrimonio que el museo conserva y que ahora podemos exhibirlas de esta manera.

¿Cómo se escogen solo 180 piezas de una colección de 10,000? ¿En qué se basó la selección?
Lo vamos a resumir a dos situaciones: Uno, la historia de la pieza y las personas que los usaron. Dos, los materiales que se han utilizado para la confección de estas piezas. En cada una de ellas se encuentran materiales y técnicas que ya no se usan o ya no existen y el diseño es diferente. Además las condiciones de la prenda tienen que ser las adecuadas para exhibirse.

¿Cuánto tardó el proceso de curaduría?
Estudiar las piezas es una actividad permanente del investigador. En este caso es mi responsabilidad. Entonces vas avanzando en la historia de la pieza, de cuándo se compró, cuándo se donó, de quién era, cuándo lo usaron, de qué material es, etc. Es una tarea constante. Pero cuando ya tienes las condiciones para exhibirla, sacas todo eso que has ido reuniendo. De haber iniciado el proyecto a verlo como lo tenemos ahorita fue alrededor de un año.

¿Cuál es el reto más grande de montar una exposición de indumentaria?
Nuestro universo fue mayor al que quedó finalmente. Lo primero fue delimitar qué queríamos exhibir. Y al tener lo que queríamos, tuvimos que ver qué cabía en la sala, porque los vestidos ocupan un espacio amplio, no es lo mismo que un abanico o un pañuelo. Todavía hubo piezas que ya no alcanzaron lugar y ya no se exhibieron. Y claro, que el diseño museográfico fuera el adecuado para que luzcan las piezas.

¿Cuáles fueron los elementos más importantes a considerar en la *museografía de esta muestra?
El museógrafo debió tener en cuenta que las piezas tienen materiales delicados y frágiles. La iluminación está cuidada al grado de que no les dañe. Cuando no hay nadie en las salas se apaga la luz. Trabajamos en conjunto para destacar piezas, sobre todo para cuidar su conservación. Las salas tienen una temperatura cuidada, que se ajusta de acuerdo a la cantidad de público presente. También se cuidó muchísimo que cada pieza reposa sobre un maniquí hecho exclusivamente para ella. El montaje es individual y dedicado a la pieza.

*Museografía: Es el conjunto de técnicas y prácticas relativas al funcionamiento de un museo. Los elementos museográficos son, por tanto, las vitrinas, muros que albergan las obras, las piezas de gráfica, audiovisuales e interactivos, sistemas de iluminación y todos aquellos recursos mediante los que se apoya e implementa el discurso museológico que pretende transmitir la muestra.

¿Qué representa mostrar piezas tan históricas en este museo, en este momento del país?
Es una ventana al pasado. Todas estas prendas tienen que ver con la historia de México. No porque se hayan hecho aquí, porque muchos de estos ejemplares no se hicieron en estas tierras. Vienen de otros países, pero se usaron aquí. Es muy importante que el Museo Nacional de Historia los exhiba porque es patrimonio. Finalmente este museo se maneja con un presupuesto de la federación, entonces se ejerce al adquirir objetos que nos van a permitir conocer la historia de nuestro país, además de la misión que tiene el INAH de conservar, estudiar, difundir. Creemos que estamos cumpliendo todo eso con esta exposición. Y que el público sepa que el Museo Nacional de Historia tiene esta clase de objetos y que son importantes. Yo creo que a raíz de esta exposición a mucha gente le va a interesar acercarse al museo.

¿Crees que la indumentaria atraiga más la atención del público que el mismo arte?
Si, totalmente. Tiene su particularidad. Hace que la gente se sienta más cercana. Hay que aclarar que nos enfocamos en ver quiénes usaron las prendas que se exhiben aquí. Tu aquí no ves prendas que, quizás, en ciertos estratos sociales ni siquiera se conservaron porque se acabaron, ya no hay prenda. Entonces aquí tenemos ejemplos de lo que se conservó porque se dejó de usar y se guardó. Todos conocemos historias del vestido de la abuelita o de la tía guardado en las cajas. Hemos recibido piezas que estaban en el rincón y hay que restaurarlas porque no están en condiciones.

¿Por qué en la inauguración la directora del INAH, María Teresa Franco, recalcó que esta no es una exposición de moda?
No es una exposición de moda porque su motivo no es el nombre de un diseñador o no trata acerca de la silueta a través del tiempo. Aquí van a encontrar la historia de la colección, de las piezas, de por qué son importantes y por qué están exhibidas. Pero, los estudiosos de la moda sí van a encontrar aquí muchos elementos que les van a ser de utilidad. Esta exposición está pensada de esta manera para que quien venga aprecie, admire y a lo mejor estudie ciertos objetos que le llamaron la atención. No es un recorrido cronológico porque lo que nos interesa es que la gente conozca esta pequeña muestra del gran acervo que tiene el MNA.

¿Por qué si se tiene una colección tan grande de indumentaria no se hacen más exhibiciones de este tipo?
El MNH tiene un acervo muy amplio (más de 100,000 piezas) y se exhibe una mínima parte en las salas de exhibición permanente, y la oportunidad para que el acervo que permanece en los depósitos se difunda son las exposiciones temporales precisamente. En el caso de la indumentaria (no ocurre así con otra clase de piezas) es obligado que permanezcan en exhibición un tiempo y después se manden a descansar. Es como estar cuidando la colección. Esta exposición está dedicada a la indumentaria, pero igual ha habido otras exposiciones con otros temas donde entran prendas. Y otra manera de difundirlas es que si otros museos tienen una exposición para la que requiere una prenda, se le presta, la exhibe y la regresa. Este museo ha sido proveedor de muchas piezas para muchos museos regionales del INAH en todo el país.

¿Qué sigue? ¿Hay planes para alguna otra exhibición con las piezas que no se mostraron?
Estamos muy satisfechos porque los primeros tres días entraron 10,000 personas. Llevó mucho tiempo de planear, de montar. Se tuvo lista muchos días antes de la fecha de inauguración. Si fuera por mi, presentábamos “Hilos de Historia Parte 2”, pero ¿sabes qué? El museo tiene otras colecciones tan importantes como esta. Entonces creo que lo que el museo tendría que hacer es planear exhibiciones de su colección como de este tipo. Igual llenas el mismo número de salas con monedas, armas, muebles, pinturas, litografías, hasta de la colección arqueológica que se extrajo del sitio del castillo. A mi me gustaría que a partir de esta exposición pudiéramos mostrar esos otros ejemplares que están en los depósitos esperando su turno, para ser conocidos por el público y difundidos para que el museo cumpla la misión que tiene.

 

Agradecemos al Museo Nacional de Historia y a María Hernández por el interesante recorrido.

EL MNA invita a visitar el recorrido-taller “Con abanicos o chisteras, engalanémonos donde quiera”, en la que después de visitar la muestra podrán hacer su propia chistera o abanico.

Esta dinámica se imparte los viernes para grupos de hasta 25 personas con previa cita, y los sábados para el público en general con horarios de 11 am y 1 pm, con cupo limitado de 25 personas (el punto de reunión es la escalera principal).

Para reservaciones llamar a los teléfonos 4040 5212 y 4040 5215 o escribir al correo [email protected] .