Nuestra mente es como un músculo al momento de ejercitarnos, mientras más trabajemos con él, mayor fortaleza tendrá. Estudios realizados en monjes budistas han demostrado que su capacidad cognitiva es mucho mayor que la del resto, uno incluso tenía 41 años, pero después de décadas de practicar meditación, su cerebro era el de alguien de 33 años.
Nuestra mente necesita estar en trabajo constante para evitar deteriorarse. No basta con realizar las mismas actividades rutinarias, pues aunque requieran de concentración y esfuerzo, nuestro cerebro comienza a notar el patrón.
La lectura es una actividad que siempre estimulará nuestra mente, mejorará nuestra comprensión lectora, entendimiento del mundo, abrirá nuestra imaginación a otros horizontes y sin duda nos ayudará a pensar críticamente. Claro, todo eso mientras se lean cosas de calidad.
La frase “no importa lo que leas, mientras leas” sólo tiene un poco de razón. Si dejas de leer cosas que te enseñen y cuestionen, o cosas que estén fuera de tu zona de confort, los libros se convertirán en algo más que una serie de televisión, y perderás los increíbles beneficios que sentarse a leer algo más complejo de lo que estás acostumbrado puede ofrecer.
Ray Bradbury, uno de los escritores más importantes del siglo XX y responsable por la mayoría de las películas de ciencia ficción que conoces –tal vez no como autor, pero sí como inspiración para quienes las crearon–, dio muchas charlas acerca de lo que significaba ser escritor y sobre todo, ser lector. En una de ellas dio un consejo fundamental para ampliar tus horizontes literarios, todas las noches lee las siguientes cosas:
Un poema
Lee un poema, pero uno clásico, no lo que él consideraba moderno y mucho menos contemporáneo. No hay nada de malo en la poesía de hoy, pero Bradbury aconseja leer a los grandes de la Grecia Antigua, a Shakespeare y más para entender la belleza del lenguaje en pocas líneas.
Recomendaciones: William Blake, Sor Juana Inés de la Cruz, Gustavo Adolfo Bécquer, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud.
Un cuento
No tienes que tomar un cuento de 95 páginas para sentir que leíste algo substancial, hay cuentos cortos cargados de historia y significado que te tomarán 15 minutos aproximadamente. Aquí se trata de comprender la literatura, de llenarte del misterio de la fantasía, la ficción y de darle sentido a la vida a través de lo que nunca sucedió.
Recomendaciones: Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Etgar Keret, Antón Chéjov, Ann Beattie, Flannery O’Connor.
Un ensayo
Los ensayos son formas de hacer la realidad literatura –también se puede decir lo mismo de la crónica, otro género que podrías intentar–, pues haces de lo mundano algo que a través de la prosa se vuelve interesante. Se trata de leer ensayos de todo tipo, no sólo de lo que te interese. Bradbury no fue a la universidad, leyó todos los libros que encontraba en la biblioteca y por eso sabía tanto.
Él recomendaba leer sobre zoología, historia, crítica literaria, astrofísica, minería… temas al azar y otros simplemente extraños, pues aprender cosas nuevas siempre te ayudará cuando menos lo esperas.
Recomendaciones: Yuval Noah Harari, Michel de Montaigne, Valeria Luiselli, Malcolm Gladwell, Zadie Smith.
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