Malix: El restaurante de comida “mestiza” con gran historia detrás

El Chef Alonso Madrigal nos recibió en su restaurante “Malix” para compartirnos un poco de su trayectoria, la historia del proyecto y su muy interesante propuesta gastronómica. Su visión sustentable y experiencia internacional han creado un espacio único dentro de la Ciudad de México del que vale la pena hablar.

Alonso Madrigal es un chef mexicano que ha enfocado su trabajo y experiencia por el camino de la sustentabilidad y crear una cocina lo más natural posible tratando de reconectar al comensal con la esencia más auténtica de los sabores a través de platillos inéditos. Malix es su proyecto en CDMX que lleva un poco más de dos años ofreciendo platillos de la más alta calidad en un ambiente cálido e ideal para citas en pareja o reuniones con amigos.

¿Qué significa Malix?

Debemos iniciar con esta pregunta pues es una duda constante con una grandiosa historia detrás. ¿Qué significa “Malix” y por qué tienen un perrito como logo? El Chef nos cuenta que estudió y trabajó en varios lugares del mundo explorando las oportunidades y bondades de la cocina pero a la vez manteniendo la nostalgia por las técnicas e ingredientes de su país de origen.

Volvió por un tiempo a la Riviera Maya donde estaba en contacto con personas descendientes de los mayas quienes mantenían algunas palabras de sus ancestros. Una de ellas es justamente “Malix”, vocablo utilizado para nombrar a los perros sin raza o mestizos.

“Yo veía que así les llamaban a los perros: “Malix”, y al preguntar el significado hizo mucho sentido con mi historia. Me identifiqué con él”, menciona, destacando que él es originario de la CDMX pero su historia familiar no viene de algún grupo mexicano que lo haga sentirse parte. Su físico y su pasado no lo centraban en un legado tradicional que lo definiera, se sintió identificado con una mezcla, un mestizaje que dio como resultado su existencia.

La palabra quedó guardada en su mente y poco a poco surgió la idea de crear una experiencia culinaria sin tradición, una combinación de legados de distintas latitudes no solo de México, sino del mundo, con un sentido de localidad. Porque eso lo definía, porque ese concepto nos define a muchos sobre todo de CDMX que no tenemos una identidad arraigada pero a la vez somos una mezcla de muchos lugares de la República Mexicana y otros países. Así nació el nombre de “Malix”.

“La cocina me ha dado un gran sentido de identidad, me sentía muy perdido. Esta es mi representación no apegada a la tradición, con otras culturas y disfrute”, dijo.

Restaurante Malix

Al llegar te reciben muy amablemente y si hay espacio te ofrecen mesa adentro del restaurante o fuera. El lugar tiene luz muy tenue y una decoración elegante con el lujo del minimalismo. Lo primero que observarás es la barra de bebidas donde puedes ver a los mixólogos con sus mejores técnicas para ofrecer tragos interesantes. Ahí mismo puedes ver las etiquetas de vino en la pared y la máquina de café.

La cocina es abierta con una gran pared de espejos para el efecto visual de amplitud aunque en realidad es un espacio pequeño. Considéralo por si llegas sin reservación. Ya en la mesa te ofrecen tres menús: uno de comida, uno de bebidas donde podrás encontrar cócteles con ginebra, mezcal, tequila, whiskey, vodka, digestivos, aperitivos, vermouth, cerveza y café, y uno más de vinos con etiquetas de burbujas, rosado, blanco, tinto, maceración y selección del chef. El lugar tiene música, nos tocó un poco de jazz suave a volumen adecuado para poder platicar con tus acompañantes.

El Chef ha hecho una labor de búsqueda constante por conseguir los mejores productos y armar sus platillos de la mano de numerosos agricultores, granjas, huerto y cooperativas que hacen sentido con su línea y aportan insumos que se apegan a la temporalidad y ciclos agrícolas para ofrecer una cocina fresca, natural y de calidad.

De igual manera se ha animado a investigar y experimentar con la elaboración de otros elementos, procesos de fermentación y elaboración de conservas que ha ido perfeccionando poco a poco.

Menú

El menú de comida es muy interesante pues verás una combinación de muchos platillos mexicanos y del mundo. Explora cada ingrediente y técnica de preparación con detenimiento porque te aseguro vas a sorprenderte. Cabe aclarar que al Chef le gusta experimentar y cambiar algunas cosas según la temporada y los ingredientes frescos que consiga personalmente en el mercado. Quizá algunos platillos que leas en este contenido ya no los encuentres pero definitivamente te sorprenderá con la carta que te toque.

No hay servicio de espera como tostadas o pan al centro para iniciar, tampoco salsas de acompañamiento o algo más. La mesa está limpia, completamente vacía hasta que llegan tus alimentos elegidos que por cierto, son muy rápidos. Como botanas puedes pedir una tostada de hongos (fuimos en temporada de hongos así que había muchas preparaciones en el menú con ellos), trucha ahumada en casa con chips de papa morada y crema, selección de quesos Rancho 4 encinos (ubicado en Zacatlán de las Manzanas) acompañados de miel melipona de Yucatán y mermelada de temporada, Tostada vegetal o un Bao de pato delicioso que fue nuestra elección. Lo sirven en un plato de madera a excelente temperatura. La carne es suave y el platillo completo para disfrutar con detenimiento.

Como entradas tienen ensalada de tomate con puré de elote tierno, flor de calabaza y mostaza encurtida, zanahorias al grill con almendra y mango criollo en conserva, tartar de wagyu, sándwich de pastrami (res) pero te recomendamos muchísimo la lechuga al grill, de hecho es de los más pedidos de la carta por su sabor perfectamente ahumado y porción grande. Se sugiere compartir. Pregunta por los especiales fuera de carta.

Llegó el momento de los platos fuertes, el tamal de coco es una delicia con curry de cacahuate y frutas encurtidas, la pasta es sumamente fresca con los mejores ingredientes del día, trucha salmonada, vacío de res o pato con mole Malix y betabel; cabe aclarar que el mole es muy dulce, con un sabor predominante a dátil. No encontré nada picante pero puedes pedir salsas a los meseros.

Y definitivamente no puedes perderte sus postres. Aunque el Chef no se considera un amante del azúcar, tiene opciones no tan dulces pero exquisitas como el afogatto, los buñuelos con helado de chai, el nicuatole con granizado de rosas pero si encuentras aún el Choco-Hongo no te lo puedes perder, ¡es exquisito! con chocolate de la rifa originario de Chiapas y Tabasco, y hongos de temporada que tienen un olor muy intenso a chocolate y sabor único. Combinación inesperadamente deliciosa que incluso agregamos a la lista de nuestros postres favoritos con chocolate de la CDMX.

Además del menú puedes pedir una selección de Chocolates de la Rifa con maridaje y sus opciones de panadería como un panqué o sus galletas.

Chef Alonso Madrigal

El Chef Alonso Madrigal lleva doce años cocinando pero tiene una gran historia de experimentación, amor por la gastronomía, creatividad y vocación. Estudió en la Universidad del Claustro de Sor Juana únicamente seis semestres de diez, El chef Eduardo “Lalo” García fue uno de los primeros que vio en él gran talento. Gracias a su suegra de aquel entonces (quien lo conocía) tuvo su primer contacto con él quien le dio el consejo que le cambiaría la vida: Viaja, experimenta, trabaja y entra a la industria. Así fue como decidió probar suerte en Dinamarca logrando trabajar en el exclusivo restaurante Noma que aunque fue un periodo muy duro, sabía que con entrega y pasión podría conseguir abrir muchas más puertas. René Redzepi, el jefe de cocina y copropietario del restaurante, fue el líder que más ha marcado la formación del Chef Alonso Madrigal.

Volvió a México pero un tío decidió abrir un restaurante en San Antonio, Texas, y le pidió su ayuda. En el periodo en el que estuvo en Estados Unidos visitó Chicago acompañado de su gran amigo Paulino Loyola. Fueron a cenar al restaurante Elizabeth, espacio de cocina abierta inspirado en el Medio Oeste reconocido por la Guía Michelin con una estrella al trabajo de Tim Lacey y Ian Jones manteniendo vivo el espíritu de Iliana Regan, Chef autodidacta que abrió sus puertas en el 2012.

El Chef Alonso Madrigal comentó que le gustaría trabajar con ellos y le dieron la oportunidad. Este espacio se inspira mucho en el mundo natural con menús sostenibles y lo más orgánicos posibles, punto clave que hacía mucho sentido con las ideas y prácticas que quería seguir en su carrera. Aprendió grandes lecciones y volvió a Copenhague por un tiempo hasta que se enteró de la apertura de Noma Tulum.

Decidió volver a su país pero esta vez con mucha más experiencia, lecciones aprendidas y energía por crear algo único. “Siempre me veía en México haciendo algo”, mencionó al cuestionarle por qué no había decidido seguir su carrera en otro país. Es un experto en la cocina que se enfoca en ingredientes endémicos provenientes de cultivos sustentables. Su primer restaurante Malix abre en el año 2021 como ese proyecto donde intercambia ideas con otros talentos y crea una experiencia magnífica en la mesa alrededor del mestizaje culinario.

Asegura ser una persona solitaria y llevar un camino espiritual muy bien trabajado. Le interesan las ceremonias, es parte de un grupo ayahuasquero que lo vuelve más consciente, maduro y conectado a la tierra, al mismo tiempo que busca compartir con otros colegas enseñanzas, técnicas y el escenario, creando así pop ups en su espacio donde tiene diferentes invitados.

Malix nunca dejará de sorprendernos porque es ese espacio experimental, mestizo, comprometido con la sustentabilidad y cimentado en el entendimiento más absoluto de los ciclos de la naturaleza y los productos locales, que llegan hasta nuestra mesa con una mezcla de experiencias y técnicas del creador. Un restaurante con grandiosa historia detrás que vale la pena visitar.

Dirección: Newton 104, Polanco.
Teléfono: 5528751825
Página Web: malixresto.com