Si has ido a un retiro de meditación o yoga, seguramente ya eres familiar con cómo va un día en la vida de retiro y sus implicaciones. Y tal vez te sientas listo para comprometerte con tu práctica en otro nivel, has de saber que visitar un ashram es más accesible que nunca. Si no sabes qué es un ashram o quieres averiguar un poco más para saber si es para ti, o tu siguiente paso a tomar, has llegado al lugar correcto.
Los ashrams son santuarios espirituales y centros de estudio serio donde se reúne una comunidad. Pueden variar en tamaño, desde una pequeña vivienda de ermita de solo unas pocas personas hasta múltiples complejos de edificios que albergan a cientos, incluidas familias enteras. Irse a un ashram representa una oportunidad para alejarse de los asuntos mundanos y volver a una forma de vida más simple. Es un lugar para nutrir el alma, profundizar en la práctica espiritual y despertar al verdadero Ser.
Los ashrams han existido en la India durante miles de años y, más recientemente, se han establecido muchos ashrams en otras partes del mundo. Tradicionalmente, se ubicaban lejos de las zonas de población humana más densa. Hoy en día se pueden encontrar en la mayoría de las partes de la India, y van desde alojamientos baratos para los occidentales hasta comunidades cerradas con reglas y códigos de conducta estrictos. La elección de ashram también depende de la tradición que estudies o practiques.
La mayoría de los ashrams son dirigidos por un maestro espiritual vivo o siguen el camino trazado por un linaje particular. Por lo general, tienen un horario fijo, seguido por los residentes permanentes, y se espera que los visitantes temporales que se unan, pero las reglas pueden variar. En cuanto a la dieta, solo sirven comida vegetariana o vegana y el alcohol, cafeína y tabaco no están permitidos. Los visitantes por lo general se quedan en habitaciones compartidas con una persona.
La vida en uno de estos centros es muy diferente al que estás acostumbrado. Un día normalmente va así (pero varía entre cada ashram y tradición o práctica): Te levantas temprano, con la salida del sol, practicas ejercicios de respiración, meditas, cantas, comes comida simple, practicas asanas de yoga para mejorar la condición del cuerpo y discutes filosofías para abrir la mente. A lo largo del día, sigue una rutina estricta en un entorno básico sin distracciones. En muchos otros, hay horarios donde se hacen trabajos para mantener el lugar, ya sea limpiando, ayudando en la cocina, u otras actividades.
Esta simplicidad nos da mucha perspectiva, ayuda a comprender la importancia de las cosas en la vida que generalmente damos por sentado y de lo poco que necesitamos para ser felices. También nos ayuda a reflexionar sobre nuestro condicionamiento mental, nuestros hábitos y nuestras adicciones, que a veces confundimos por necesidades. Entendemos que absolutamente todo lo que necesitamos está adentro de nosotros, sobre todo la felicidad.
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