En el corazón de la colonia Roma, justo detrás una fachada llena de plantas en la calle Jalapa, se encuentra una puerta con el número 208. Ésta te dirige a un espacio, que sin equivocarnos, se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados que tiene la ciudad.
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Se trata de Ignacia Guest House, un exclusivo hotel boutique de solo cinco habitaciones que no solo se ha convertido en el paraíso de los viajeros que visitan nuestro país, sino que aquellos que son fanáticos de la decoración, la arquitectura y la fotografía y disfrutan al máximo conocer sus instalaciones.
Cuenta la historia que esa casa perteneció a varias familia privilegiadas durante la época del Porfiriato. Y durante décadas, Ignacia fue el ama de llaves. Ella vivió allí 71 años ininterrumpidos y cuido de todas aquellas familias hasta que su edad la superó.
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Luego de varios años, los actuales dueños la adquirieron y transformaron el lugar con un diseño contemporáneo. Pero dentro de la modernidad, conservaron algunos detalles de gran valor como el nombre y sus recetas. Mismas que son servidas en el desayuno.
Dicen que mientras se dedicaban a remodelarlo recibieron la visita de Ignacia, quien preguntó por su casa. Ahora éste lugar recibe a invitados de todo el mundo, para darles la comodidad merecida de un hospedaje que los haga sentir “como en casa”, tal como Ignacia lo hubiera hecho.
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Desde el momento en el que entras al lobby hasta que llegas al jardín pierdes el aliento. La decoración es la esencia de este lugar. Es como hojear una revista de decoración de interiores y quieres tomar tu cámara o celular para capturar hasta el mínimo rincón.
Lámparas de diferentes formas (de techo, en las mesas), estructuras de acero en color negro (como la escalera o los barandales), paredes de colores que solo Pantone podría definir, elementos metálicos que realzan cualquier espacio, la fuente que se ilumina por las noches en el jardín Zen, estatuillas de barro mexicana y cuadros hechos por artistas locales. Todo perfectamente colocado y listo para ser publicado en Instagram.
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Las reservaciones pueden hacerse a cualquiera de sus 5 tipos de habitaciones. El color y la ubicación es lo que las distingue. Está la azul, la rosa, la amarilla, la verde y la suite principal, de color negro. Cada una tiene su personalidad y están forradas de piso a techo con esos tonos.
Los baños son exquisitos. Se usan paneles de vidrio como divisor, las paredes son de mármol o un tipo de granito oscuro. Están decorados con elementos metálicos y botellas de amenidades de botica antigua. Y sus ventanas permiten que el espacio siempre esté iluminado, así no tienes la necesidad de prender la luz.
La diferencia, y una de las cosas por las que preferirás quedarte en la suite negra, es su balcón. Acogedor, ideal para tomar el desayuno, leer un rato y gozar todo el día de un merecido descanso. Dentro encontrarás libros de arquitectura, diseño y guías sobre México.
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Entrar a este lugar y quedarte una noche es vivir toda una experiencia. La comida es deliciosa para el desayuno, en la tarde hay drinks para disfrutar. Simplemente el lugar es sinónimo de relajación y elegancia, tanto que ni siquiera querrás salir de allí.
Todas están equipadas con amenidades como: wi-fi para cada habitación, Netflix, bocinas Bosé, cafeteras Nespresso, Agua artesanal de Casa del Agua y los productos botánicos para el baño de Loredana. Así que si tienes la oportunidad de escaparte del caos, de viajar a la ciudad o simplemente quieres disfrutar de este lugar un fin de semana entra a Ignacia.mx y descúbrelo por ti mismo.
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