Por Regina Lázaro.
Las sensuales pinturas de Lee Price muestran un erotismo que se une a la gastronomía de una manera peculiar. Comiendo en un espacio íntimo, Le Nudité explora la sensación de comer esos alimentos poco saludables que a menudo son vistos como “placeres culpables”.
Price se presenta sin complejos a través de sus composiciones realistas. Su sonrisa, la iluminación que le da a cada cuadro y esa actitud que se tiene en la intimidad como individuo, muestran un sentido de liberación y poder único. Siendo sinceros, cualquiera se sentiría culpable disfrutando de un rollo de shushi en la bañera o de tener la cama llena de postres. Sin embargo, estas inseguridades y la culpa son causadas en gran medida por la presión social de ser flaco, que también reclama el comer saludablemente. Por lo que Lee demuestra la importancia de tener tiempo para uno mismo y disfrutar de la intimidad personal.
Los casos presentados en estas pinturas conllevan la reflexión del espectador sobre esos gustos culpables en los que todos estamos inmersos, después de todo.