Por Valeria de la Rosa, Psicoanalista
Ilustraciones: Pedro Daniel González
Cuando pensamos en nuestra salud solemos pensar automáticamente en nuestra salud física y en no enfermarnos, sin embargo, la salud integral va más allá de no tener gripa, o en este caso, COVID-19. Para realmente estar sanos tenemos que considerar también el aspecto social y el emocional, además, es importante pasar del pensar cómo TRATAR la enfermedad o la ansiedad a más bien tomar acciones para estar sano, sentirnos en paz y alcanzar un bienestar integral.
Estar mucho tiempo en casa es suficiente para tener ansiedad e inclusive deprimirse un poco… si le sumamos la angustia y el miedo a enfermarnos, o de que nuestros familiares lo hagan, la cosa se pone peor. Algunas de las cosas que podemos estar sintiendo son: irritabilidad, desesperación, falta de aire, cansancio, opresión en el pecho, pensamientos hiper alertas del tipo “Me duele la garganta” “Toqué el botón del elevador”, o tristeza generalizada. Es por esto que es importante tomar medidas tanto para proteger nuestra salud física como emocional.
Haz rutina
Es importante tener estructura durante el día… si bien puede ser cómodo quedarse en pijama y trabajar desde la cama, esto nos puede llevar a sentirnos poco productivos, cansados y a la larga un poco deprimidos. Pon tu alarma, haz ejercicio, báñate, vístete y a desayunar. Destina horas al trabajo o al estudio en un lugar determinado de tu casa. Destina horas específicas a la comida y a la cena. Aparta tiempo de ocio: arma rompecabezas, lee un libro, juega un juego de mesa. Destina horas para las tareas del hogar, organizar y limpiar nuestro entorno nos ayuda a sentirnos bien internamente.
Limita tu consumo de noticias
Es importante mantenerse informado, pero el estar bombardeados de información 24/7 no sirve de nada, al contrario, solamente contribuye a aumentar la angustia y el estado híper alerta. Ve las noticias por la mañana y, si lo requieres, otra vez por la noche, evítalo el resto del tiempo. Ya sabes qué pasa, ya sabes qué hacer. Eso es suficiente.
Limita tu tiempo en pantalla
Ver series y películas puede ser una gran distracción, pero pasar muchas horas enfrente de la televisión también provoca ansiedad. Elige un par de capítulos o una película para ver por la noche y prepárate para dormir. De preferencia elige contenido “amable”, tenemos ya suficiente con la realidad como para clavarnos viendo contagion.. Muchas veces esto nos afecta más de lo que creemos, se trata de poder cambiar de canal.
Actívate
El ejercicio físico es una gran forma de liberar estrés y ansiedad… libera endorfinas de forma que nos permita mantenernos felices y positivos. Sal a caminar o haz ejercicio en casa.. existen muchas aplicaciones y opciones en línea que puedes utilizar.
Diviértete
Este es importante. No se trata de negar lo que está pasando, tenemos que ser conscientes y responsables, sin embargo, pasar el tiempo preocupado solamente contribuirá a un estado de pánico y angustia. Esta bien reír. Habla con amigos, juega juegos de mesa y baila. La risa también contribuye a fortalecer el sistema inmune y eliminar la ansiedad. Los amigos muchas veces son la vitamina del alma.
Pon límites
Se vale reconocer que no estás teniendo tú mejor día.. Poner límites te protegerá tanto a ti como a tus relaciones. Se vale silenciar un chat para evitar leer noticias, se vale no ver correos del trabajo el fin de semana, se vale no querer hablar y se vale decir que no. Busca comunicar cómo te sientes para poderlo comunicar y pedir lo que necesitas.
Cada área de nuestra salud, lo físico, lo social y lo emocional, está en constante interrelación.. Si se afecta una se afectan las demás. A veces es tan fácil como sentirse cansado y meterse a bañar para mejorar el día y salir del círculo vicioso de la negatividad. Recuerda que esto no es para siempre. Haz un esfuerzo activo para proteger tu salud.
Por último, no estás solo.
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