Lo que pasa en China, pasa en el mundo. Gracias a la globalización todos los países estamos conectados de una manera u otra, pero al tratarse del gigante que es China, cuando algo sacude a esa nación, las repercuciones realmente se sienten en todos lados.
El coronavirus es la primera gran crisis de la década y una emergencia de salud para la que no parecemos estar listos, por lo que además de tomar las medidas preventivas y esperar que los casos no sigan creciendo en América ni el mundo, también debemos ser pacientes con lo que está por venir.
Por lo menos en el mundo de la tecnología, el coronavirus ha afectado de manera sustancial. Desde que la ciudad de Wuhan fue puesta en cuarentena, cientos de ciudades alrededor de China han comenzado a tomar medidas de precaución, lo cual implica que compañías transnacionales como Apple, Samsung, Microsoft, Tesla y Google han cerrado sus oficinas corporativas, fábricas y tiendas minoristas en todo China.
Aunque los cierres no serán por mucho tiempo, esto ya a retrazado la producción de smartphones, tablets, consolas, autos, software y mucho más. Por ejemplo, Tesla ya anunció que algunos Model 3 que habían sido adquiridos, tendrán un retraso para ser entregados.
Otras empresas que han cerrado son Foxconn y Pegatron, esenciales para la manufactura de iPhones, por lo que incluso si Apple reanuda sus operaciones, no podrá hacer mucho mientras el coronavirus continúe obligando a otras empresas a mantenerse cerradas.
Por su parte, Facebook ha retrasado el lanzamiento del Oculus Quest VR, diciendo que: “Al igual que otras compañías, esperamos un impacto adicional en nuestra producción de hardware debido al Coronavirus. Estamos tomando precauciones para garantizar la seguridad de nuestros empleados, socios de fabricación y clientes, y estamos monitoreando de cerca la situación. Estamos trabajando para restaurar la disponibilidad lo antes posible “.
Nintendo, Xiaomi, Huawei y otras empresas también se han visto afectadas en producción e incluso en su participación en eventos internacionales.
Esto demuestra que nuestros lazos están más vinculados de lo que creemos y que aunque tal vez aún pase tiempo antes de que los estragos que el coronavirus ha causado en la industria de la tecnología, es posible que sí lleguemos a sentirlos.
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