Seguramente más de uno se acuerda de lo desestresante y la enorme satisfacción que daba jugar con plastilina por horas. Aunque a muchos nos les gustaba la sensación que dejaba en las manos y preferían abortar misión, los que amaban esta actividad podrán estar de acuerdo que en el momento que tenían la masa en las manos, su mente se desconectaba y se concentraba en su nueva creación.
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Hacer cerámica es algo muy parecido pues, además de ser una actividad que permite que te olvides de todo, está comprobado que tiene múltiples beneficios meditativos y es una gran terapia que ayuda a combatir la depresión.
Esto ha sido comprobado por el psicólogo Joshua K.M. quien decidió medir los beneficios que tiene el arte a la hora de moldear algo con la mano. Luego de observar que sus pacientes disfrutaban trabajar con arcilla, confesó que no se la he dado la atención suficiente al arte como terapia y que hacerlo podría traer miles de beneficios para los pacientes que sufren depresión.
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Como resultado, aseguró que la terapia a corto plazo de arte con barro es un tratamiento alternativo que promueve una enorme mejoría en varios aspectos de la salud mental para los individuos deprimidos. Recordemos que esta enfermedad se ha convertido en un problema de salud global que afecta a millones de personas y este podría ser un tratamiento complementario perfecto para todos los que lo necesitan.
El estudio consistió en observar a 120 personas entre 18-60 años de edad diagnosticados con alguna tendencia depresiva. Los separaron en dos grupos en donde unos tuvieron que hacer actividades visuales, mientras que otros diferentes tipos de manualidades. A lo largo del tiempo, el segundo grupo desarrolló diferentes habilidades y crearon diferentes tipos de esculturas.
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Como resultado, Joshua aseguró que a través de este proceso, los adultos pudieron descubrir nuevas formas de entender y expresar sus pensamientos y emociones y explicó: “Este ejercicio ayuda a los pacientes a utilizar diversas funciones neurológicas, como el juicio visual, los procesos motores sensoriales y un alto nivel de funciones cognitivas”. Así que ya lo sabes, si estás en medio de un tratamiento psicológico, podrías complementar tu proceso con un tipo de clase de arte en arcilla.
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