Conoce los beneficios de la sal en tratamientos de spa

La haloterapia se ha vuelto cada vez más popular en los spas alrededor del mundo. Las cuevas de sal o saltrooms son espacios en donde las paredes, el techo y el suelo pueden estar total o parcialmente recubiertos por capas de sal mineral. Diseñadas para simular el entorno de las cuevas de sal del Himalaya, estas acogedoras cuevas cuentan con toneladas de sal, un tenue resplandor proporcionado por lámparas, sillas reclinables y relajante música instrumental de fondo.

Durante las sesiones, una máquina fuera de la habitación (llamada halogenerador) tritura sal seca y bombea micro partículas al aire, que se mantiene con baja humedad y aproximadamente 70 grados. El escenario es perfecto para la meditación, simplemente te sientas en silencio y respiras el aire refinado, mientras te relajas y despejas tu mente.

El tratamiento, conocido como terapia de sal seca (o haloterapia), se remonta cientos de años a Europa del Este y promete una variedad de beneficios para la salud. Estos incluyen el alivio de enfermedades respiratorias como asma, alergias, bronquitis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, resfriados, fibrosis quística, infecciones del oído y sinusitis, así como afecciones de la piel como acné, eccema, psoriasis, erupciones cutáneas y rosácea.

La solución salina en los pulmones es clave para eliminar las toxinas que inhalamos o con las que entramos en contacto, y la sal permite que el cuerpo excrete impurezas a través del intercambio iónico.

De hecho, la sal del Himalaya emite iones negativos que el cuerpo absorbe cuando inhala. Estos iones son importantes para actividades diarias, como el intercambio de líquidos y el equilibrio y la conducción de los músculos y los nervios. Pero además la sal también tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antifúngicas que pueden combatir los gérmenes.

También, respirar aire salado disminuye el grosor de la mucosa, permitiendo que los mecanismos de limpieza innatos del cuerpo eliminen las secreciones, mejorando el flujo y disminuyendo la sensibilidad bronquial.

Además de las propiedades antiinflamatorias, las sales utilizadas en la haloterapia tienen propiedades calmantes que son útiles para afecciones de la piel como la psoriasis y el eczema, y ​​estas “sales particulares” contienen magnesio, que ofrece beneficios terapéuticos para la piel. Y mencionar que es simplemente relajante y terapéutico lo vuelve una experiencia que tienes que probar sí o sí.

Debes tener en cuenta que la sal tiende a sacar agua de las membranas del cuerpo, así que es aconsejable reemplazar esos líquidos después de una sesión de sal bebiendo agua, utilizar una solución salina para las fosas nasales y gotas lubricantes para los ojos. Si lo haces con frecuencia, enjuaga bien la piel y aplica una crema hidratante para evitar resequedad en tu piel.

Una sesión de cueva de sal servirá para desconectarte de tu vida programada (regularmente estresante) y salir con una mente más tranquila y un cuerpo más sano en todos los sentidos.