¿Vas a viajar a Banff? Esto es lo que tienes que saber

Canadá es un país rico en destinos para vacacionar. Su gran extensión territorial y su amabilidad con los viajeros del mundo han convertido al país norteamericano en uno de los favoritos al momento de planear un viaje al extranjero. Desde sus cosmopolitas ciudades hasta sus sorprendentes provincias, Canadá siempre tendrá nuevas sorpresas para descubrir.

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Alberta es una de las diez provincias del país y Calgary su ciudad más poblada. Ahí se encuentra el aeropuerto más cercano para llegar al Parque Nacional de Banff, el más antiguo de todo Canadá y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Solo se necesita hacer un roadtrip de aproximadamente hora y media desde Calgary para llegar a este paraíso que, especialmente en invierno, ofrece vistas sin igual de las Montañas Rocallosas canadienses.

El Parque Nacional de Banff abarca 6,641 kilómetros cuadrados de montañas, lagos y bosques que durante la época invernal se bañan de un color blanco muy especial para ofrecer a sus visitantes las mejores experiencias. Si buscas un nuevo lugar para pasar tus vacaciones de invierno y has elegido Banff, hay algunas cosas que debes saber antes para disfrutarlo todavía más. Toma nota:

Hay tres principales resorts de esquí dentro del Parque Nacional de Banff

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Lo primero en lo que se piensa cuando se viaja a un destino de nieve es en el esquí y el snowboard. En el Parque Nacional de Banff lo saben muy bien y las opciones para practicar esas actividades son varias y cada una de ellas con una particularidad especial. En el área hay tres que son una parada obligada y que ofrecen experiencias sin igual:

Sunshine Village: está localizado en la división continental de las Rocallosas canadienses entre Alberta y la Columbia Británica. Tiene 138 pistas (verdes para principiantes, azules para intermedios, negras para avanzados y doble negras para expertos) y es el único resort que cuenta con un hotel situado justo a un lado de las pistas y también es el único hotel con la modalidad Ski in – Ski Out dentro del parque. Además es hogar de Sunshine Meadows, un paraíso a 2,400 m de altura perfecto para practicar snowshoeing y admirar la belleza de las montañas cubiertas de nieve como en ningún otro lugar del mundo.

Lake Louise: es el más grande en las Rocallosas canadienses y ha sido nombrado como “El mejor resort de esquí de todo Canadá” tres años consecutivos por los World Ski Awards, además de estar en el top 3 de todo el mundo en el mismo certamen. Cuenta con 145 pistas (25% para principiantes, 45% para intermedios y 30% para avanzados) y una gran oferta de hot spots para el après-ski que van desde comida japonesa hasta bares con distintas variedades de cerveza y amenidades para relajarse.

Mount Norquay: se le conoce más por tener un espíritu local, tanto en sus cabañas como en las pistas, y también por ser el resort ideal para aprender a esquiar debido a su ubicación y su poca afluencia turística. Fue el primer lugar en el que se pudo practicar tubing (deslizarse en la nieve a bordo de una dona inflable) y desde su mirador (ubicado a 7000 pies de altura) se puede apreciar el Mount Rundle en todo su esplendor, el segundo spot más fotografiado de todo Canadá, después de las Catarátas del Niágara.

 

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También hay otras atracciones, como Johnston Canyon

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Uno de los mejores lugares para hacer hiking en Banff es el Johnston Canyon. Situado a tan solo 30 minutos del pueblo y con 8,000 años de antigüedad, este lugar ofrece una de las caminatas más sorprendentes que vas a poder encontrar en la región. Se trata de un recorrido de 2.6 km en el que puedes ver maravillas naturales, como diferentes tipos de árboles cubiertos de nieve hasta animales salvajes como zorros, ardillas y pájaros carpinteros en su hábitat natural.

Sin embargo las verdaderas maravillas son sus cascadas. Al ser un afluente del río Bow, por el Johnston Canyon fluye agua, incluso dentro de todas las piedras que lo conforman. El lugar cuenta con seis cascadas y el camino está diseñado para que cada una de ellas sea más espectacular que la anterior.

Al caminar entre sus árboles es posible admirar cómo se han ido congelando con el paso del invierno y al llegar a las llamadas Upper Falls todo el recorrido vale la pena. Estarás frente a dos cascadas gemelas, situadas a una altura de 1,565 metros sobre el nivel del mar, que se encuentran congeladas por completo y ofrecen la mejor recompensa del viaje. Son el spot perfecto para fotografiar y, si eres fan de la adrenalina, puedes intentar escalarlas sobre el hielo que las cubre, acompañado de un guía y del equipo adecuado, desde luego.

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El pueblo de Banff es un paraíso del entretenimiento

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El punto de reunión en el Parque Nacional de Banff es el pueblo que lleva el mismo nombre. Al llegar ahí sus construcciones de madera y su entorno protegido por la majestuosidad de las Rocallosas ofrecen un espectáculo visual sin igual. Un contraste entre naturaleza y urbanidad que resulta encantador para cualquiera que busque un poco de ambas cosas.

Como si fuera una postal de Hogsmeade (el pueblo mágico de la saga de “Harry Potter”), ahí también se encuentra el Fairmont Banff Springs, un impresionante castillo que abrió sus puertas en 1888 y que cuenta con más de 750 habitaciones, 10 restaurantes y amenidades como spa, tiendas y una alberca termal al aire libre para relajarte junto a la nieve invernal.

 

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Por si fuera poco, Banff guarda secretos más allá de la naturaleza que lo acompaña. El pueblo está lleno de restaurantes, bares, clubs y hasta boliches que lo convierten en un lugar completamente diferente al que te podrías imaginar. Entre sus calles es posible degustar comida de todo el mundo, probar cervezas y cocteles locales e internacionales y tener noches de fiesta a temperaturas bajo cero.

El pueblo de Banff tiene tantas cosas por descubrir que es uno de esos lugares que reúnen lo mejor de dos mundos para brindar una experiencia inigualable: toda la majestuosidad de la naturaleza y todo el dinamismo de las grandes ciudades en un solo lugar, un mágico escenario para que tus vacaciones de invierno sean verdaderamente inolvidables.

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