Tener un altar en tu casa es una de las maneras en que puedes conectar con lo sagrado y tu espiritualidad todos los días. Tal vez ya eres consciente de que todos anhelamos el sentido de algo sagrado en nuestras vidas, ¿no? Puede ser un momento sagrado, un lugar sagrado, una relación, un objeto, ese anhelo humano es natural por venerar algo.
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Tener tu altar en casa es una forma de conectarte diariamente con lo sagrado y su espiritualidad. Es también un espacio en el que puedes colocar todo aquello que deseas venerar y recordar como sagrado cada día, donde puedes hacer tus rituales. Tu altar es una representación externa de tu “sintonización” interna. Es una forma de honrarte a ti mismo teniendo un lugar que es exclusivamente tuyo y que representa tus ideales.
Los altares generalmente se construyen o crean en una superficie plana o elevada. Puedes ponerlo en un buró o plataforma, también en una repisa o en una mesa pequeña. El tamaño realmente no importa, lo que sí es que se sienta acogedor y que mantengas este espacio especial dedicado a tu propósito. Dale un área alrededor para mantenerlo “alejado”, tenlo despejado y limpio de polvo y desorden.
¿Qué va en mi altar?
Recuerda que es algo puramente tuyo, el espacio más personal que tendrás en la casa. Aquí pondrás todos los objetos sagrados. Y tú determinas qué hace un objeto sagrado. Podría ser una pulsera que te hizo tu hijo, un objeto heredado por tus abuelos o bisabuelos, etc. Si eso tiene significado para ti y te trae sentimientos de celebración, paz, amor o inspiración, es una buena opción y debería estar en este lugar de honor.
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Algunas tradiciones sugieren que deben representarse los cinco elementos en el altar como una forma de armonizar la naturaleza alrededor y dentro de nosotros. Por ejemplo, florero con flores representa los elementos de la tierra y el agua, y las velas representan los elementos del fuego, el aire y el espacio. Las velas son un básico sí o sí.
Lo siguiente son tus sentidos, que deben ser “alimentados”, pues a tu altar irás cuando necesites elevar tus energías. Pon algo que enamore tus ojos, y una pequeña campana o instrumento que cree un sonido que lleve energía a los oídos. Una vela perfumada o incienso, o aceites esenciales para el olfato. Puedes poner fruta y para el tacto, el cojín en el que te sientas, y un chal o manta es perfecta para usar mientras haces tu práctica espiritual.
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Si tienes un gurú, figuras o imágenes de maestros a quienes dedicas y agradeces tu práctica, es importante que estén en tu altar. También hay gente que usa yantras, que son imágenes de figuras geométricas y símbolos que ayudan a la concentración. Otra opción son los murtis, que son las estatuillas de personajes y figuras sagradas en las que quieres apoyarte. Textos sagrados que estudies o leas como el Bahavad Gita, los Sutras, etc, acomódalos aquí.
Por supuesto que tus cuarzos, malas y rosarios deben ir aquí. Cuando no los estés usando, asegúrate de “recargar” su energía en el altar. Si tienes murtis, puedes colgarlos ahí para mantener su energía intacta. Y por otro lado, tu diario o cuaderno donde escribes tus intenciones y objetivos, debería descansar en el altar, para mantener tu escritura llena de bendiciones.
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Hacer el altar es una parte importante de tu práctica espiritual, pero es simplemente decoración hasta que lo uses para tu sadhana. Con intención, tu altar se convierte en el espacio especial en el que experimentas tus rituales personales. Con eso, alimentarán los artículos en él con energía poderosa, que te alimentarán de vuelta a ti.
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