La industria de los videojuegos generó cerca de 90 mil millones de dólares en 2020. Fácilmente ha sobrepasado a la industria de la música y el cine, dos de las artes más conocidas y apreciadas en el mundo. Esta nueva realidad sitúa a los videojuegos como un elemento clave en el desarrollo de los jóvenes y de muchos adultos, por lo que no podemos menospreciar los esfuerzos por visibilizar el arte de las comunidades indígenas.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que se celebra cada 9 de agosto, Xbox México buscó a tres comunidades de artesanos indígenas —en representación de las comunidades que han dedicado su vida a preservar el legado de su cultura y de sus respectivas técnicas artesanales— para que utilizaran como lienzo un control de Xbox y lo transformaran en auténticas piezas artesanales de colección (piezas que no estarán a la venta)– que muestran la herencia ancestral de México a través de magníficos diseños tradicionales que enaltecen nuestra cultura. De esta manera, el arte milenario y las nuevas expresiones artísticas, como los videojuegos, se armonizan en piezas únicas que rinden homenaje a los pueblos indígenas del país.
Huichol, Nayarit: Cukate
Los huicholes o wixárikas son originarios de la zona montañosa de Nayarit, Jalisco, Zacatecas y Durango. Es una etnia considerada “pura”, ya que durante la Conquista lograron apartarse de las influencias españolas y la cultura moderna. El misticismo es su sello, ya que la luna, el sol, la naturaleza y las figuras cósmicas son protagonistas de sus historias, ceremonias, religión y arte.
En cada creación muestran una historia o mito que se narra a través de la unión de las chaquiras o hilos de estambre. Con ello, representan aspectos de su vida e historia y abren una ventana al espectador para adentrarse a su mundo y el de sus antepasados. El control intervenido con la técnica Huichol fue realizado por artesanos Huicholes que colaboran con Cukate, quienes se inspiran en su práctica religiosa, misma que plasmaron en su pieza.
“Los símbolos que impregnamos en cada pieza tienen un significado, como por ejemplo el maíz que es prosperidad, la mariposa que es buena suerte, el ojo de Dios que es el protector de los niños, el escorpión que es el protector del peyote y el venado que es el dios del océano”, compartió Grisela Carillo Carillo, artesana Huichol que colabora con Cukate y quien realizó uno de los controles.
Olinalá, Guerrero: ICAT – Olinalá
Quién haya viajado a Guerrero seguro ha visto baúles de madera finamente decorados de diferentes maneras. Este es el sello de la comunidad cuyo nombre significa “terremotos”. En esta región montañosa los árboles abundan y el lináloe, cuya madera tiene un delicioso aroma, es la materia prima para la fabricación de las “cajitas”, que son una costumbre que ha pasado de generación en generación.
El control intervenido por este delicado arte corrió a cargo de los artesanos de la Unidad de Capacitación para rescatar, preservar y potencializar el arte del laqueado de Olinalá, del Instituto de Capacitación para el Trabajo Olinalá (ICAT – Olinalá), un grupo apasionado por su cultura y orgulloso de su técnica.
Las figuras plasmadas reflejan un intercambio cultural e histórico entre lo oriental y lo europeo, pero con el toque creativo de los guerrerenses, lo cual es visible en esta creación. “Los elementos que tiene el control son rosas, flores y hojitas que le llamamos rameado. Utilizamos unos colores que conocemos como primavera para que el control se viera con realce, con vida y con colores bonitos. Los materiales que utilizamos en esta técnica llamada ‘dorado’ son pigmentos naturales que nosotros mismos fabricamos”, explica Francisco Coronel Redón, quien también forma parte de ICAT – Olinalá.
Tenango, Hidalgo: Tenangos Ma Hoi
“El lugar de los muros”, el significado de Tenango, es conocido por la magia de sus hilos que llevan un fragmento de historia en cada hebra. Los bordados artesanales, cuya labor requiere de paciencia y minuciosidad, tienen un valor tradicional que va más allá de sus vivos colores y originales diseños por su sentimentalismo, ya que narran la historia de los habitantes de la sierra.
Los animales y la naturaleza son los principales personajes de sus historias, pues la comunidad se enorgullece de que puedan convivir con ellos en un mismo entorno lleno de respeto. Cada artesano deja volar su imaginación al bordar y es lo que hace único cada telar cuyo fondo negro o blanco se llena de vida con tonalidades naranjas, verdes, rosas, azules, moradas y rojas.
Las artesanas de Tenangos Ma Hoi fueron quienes intervinieron uno de estos controles, el cual destaca por los colores inspirados en las emociones de las artesanas que lo bordaron, así como en su entorno. “Todos los bordados van de acuerdo con el estado de ánimo que tiene la persona que está bordando en ese momento”, explicó Victoria Lucas Patricio, artesana de Tenangos Ma Hoi, quien tejió la funda del control que intervino. Mientras que, por su parte, Hortencio Vargas Sevilla, pintor quien colabora con el grupo de artesanas, añadió: “El plasmado de los Tenangos es una retroalimentación de nuestro entorno, de los elementos que tenemos en la región”.
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