Los grandes temas en el arte son conocidos desde hace mucho. La tragedia y la comedia siempre hablan del amor, el poder, la familia e incluso nuestro lugar en el mundo, y a pesar de que estos conceptos milenarios han cambiado, es fácil encontrarlos en gran parte de las obras de arte actuales, sin embargo, ahora hay un tema que cada vez es más recurrente y antes no llamaba la atención: el cambio climático.
El primer gran disco de 2021 pone el tema sobre la mesa y no se anda con rodeos. The Weather Station, el proyecto de Tamara Lindeman, nos habla de mareas subiendo, pájaros muriendo, fascistas en el poder provocando el caos y nuestra inhabilidad para cambiar las cosas.
Sin prestar atención a las letras, el disco parece ir por la rama de Florence + the Machine, un pop orquestal donde la vocalista hace magia para llevarnos a paisajes de ensueño, pero aquí la diferencia es que a diferencia de la poesía de Florence Welch, Tamara Lindeman nos enfrenta a un mundo donde el incremento de la temperatura en tan solo dos grados centígrados puede ser nuestra destrucción.
Robber fue el primer sencillo que conocimos en 2020 y hace bien abriendo un disco lleno de ansiedades justificadas. Una canción donde la banda explora el capitalismo que ha embaucado a miles de millones y mientras enriquece al 1 %, sus consecuencias afectarán al resto de la gente.
Siempre se ha dicho que los artistas son personas más sensibles que el resto, pero tal vez es porque se permiten estar en contacto con muchas otras cosas. Lindeman creció en la zona rural de Canadá, por lo que estaba acostumbrada a los cambios de estación, a ver las aves migrar y las montañas llenarse de nieve, pero ahora las cosas son muy distintas y además de la información que se obliga a consumir para entender el problema, las estaciones ya no son iguales.
Parking Lot refleja lo que muchos viven y se niegan a pensar a profundidad, simplemente ver un ave en un estacionamiento, rodeada de cables y concreto la hace pensar en la destrucción que la humanidad ha causado, la manera en que hemos llevado a muchas especies al borde de la extinción y el ritmo de vida insostenible que llevamos.
Aunque parece que se trata de un disco depresivo, la banda no abandona el optimismo y aunque no nos da una respuesta, sí nos deja con la sensación de que podemos hacer algo mejor para cambiar al mundo, para girar el timón y evitar el precipicio al que no sólo nos adentramos, sino al que parecemos apresurados por llegar.