Seguro que alguna vez te repetiste cambiar todo aquello que no te guste, desde la forma de arreglarte el cabello hasta un mal hábito. Puede que sea algo muy sencillo y que no parezca dar la diferencia en tus días pero tiene mucho sentido darle la importancia merecida ya que esas pequeñas victorias que tienes, son un gran paso a ser esa mejor versión propia de la que seguro estarás muy orgulloso si sigues haciendo todo por lograrlas. Es una enorme manera de darte amor propio de una forma sencilla y también dedicarte tiempo, cosa que muchas veces dejas de lado.
Y no se trata de que descuides tus obligaciones del hogar o trabajo para darte amor y espacio, simplemente hay días en los que se suele permanecer muy desconectados de todo por enfocar la energía en otras cosas así que hay pequeñas victorias que seguro son muy reconfortantes y deberías celebrarte y hacer que sea frecuentemente y no solo cada cierto tiempo. Trata que en tu día a día exista un balance entre todo lo que tienes que hacer y también lo que puedes hacer por ti mismo para estar mejor.
Terminar de leer un libro
La que nunca falla, seguramente que todos tienen un libro arrumbado en algún rincón o incluso uno que siempre llevas contigo pero no tienes la oportunidad de leer o terminar. Ve todo como un progreso y a modo de avance cada capítulo nuevo que puedas avanzar aunque sea de poco en poco y ponte como meta terminar ese libro en ese mes ya que una buena lectura siempre te lleva a mundos nuevos y suele ser enriquecedor para la mente. ¡Nunca son suficientes libros!
Hacer tu rutina de ejercicio
Otro de los puntos que seguro te hace hasta soñarlo, no hay día en el que no te repitas que harás ejercicio pero ya sea por flojera o por falta de tiempo se va haciendo cada vez más complicado. Por eso, si eres inexperto y apenas puedes hacer 10 minutos, no te preocupes, es tiempo valioso que te hará ser mejor cada vez. Si tal vez no eres tan bueno con el tema podrías irte más bien por el lado de buscar rutinas que no sean complicadas o darles la vuelta bailando o con yoga. El punto es activarse y para que te pongas en movimiento, sea poco o mucho tiempo, todo cuenta.
Hablar con un especialista de tus emociones
Esta cuarentena o días de encierro han ayudado mucho a normalizar el poder hablar de enfermedades mentales o simplemente de toda aquella emoción que nos haga sentir de alguna manera. Es muy importante hablarlo con un especialista hasta para lograr un desahogo emocional en el que tengas claridad de porqué te sientes de ciertos modos y no andes cargando cosas que no te corresponden. ¡Decidir hablar de tus emociones es una de las victorias que te dejará mayor aprendizaje y fortaleza al paso del tiempo!
No desperdiciar tanto tiempo en redes sociales
Toma en cuenta que pasar tiempo en redes sociales ayuda a que permanezcas en contacto con las personas que son especiales para ti pero muchas veces suele ser muy problemático cuando el tiempo comienza a ser excesivo. Hay muchas cosas que puedes hacer para no pasar demasiado tiempo en redes como apps que bloquean el celular por cierto tiempo mientras trabajas, trata de medir el tiempo en pantalla y utiliza esos espacios para leer, ejercitarte, escuchar tus canciones favoritas u otras cosas que ayuden a que te desconectes un poco del mundo digital de ratos.
Descansar corretamente
Cuando eras un pequeño seguro que podías dormir más horas pero no querías, preferías pasar ese tiempo jugando. Ahora es complicado poder reponer esas horas de sueño, ya sea por trabajo, proyectos personales o tal vez el tiempo simplemente no te alcanza para lograrlo. Por eso, una de las victorias que le dan mayor descanso a tu vida es dormir tus 8 horas diarias, entre más crecemos suelen pesar más las desveladas o desmañanadas así que organiza tu tiempo y enfoca toda esa energía en recuperarte en la noche como se debe.
Consentirte con tu comida favorita
Hay veces en las que sueles vivir tan a prisa que eres incapaz de disfrutar de las pequeñas cosas como una comida casera en la que te prepares tu comida favorita. Ya sea que pidas en delivery o que te enfoques en comer cualquier cosa sin importar si es saludable o no para ti. Así que trata de que eventualmente puedas prepararte tu comida y consentirte disfrutando únicamente ese tiempo de comida para ti, no hablando de trabajo, contestando llamadas, etc, solo disfrutando tus alimentos de una forma espiritual en la que muestres gratitud por lo que tienes.
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