Una vez que entras al mundo de las plantas, no hay vuelta atrás. Cada vez vas a querer más y más verde para llenar tus espacios y buscarás todas las formas posibles de hacer que tus bebés crezcan sanas y fuertes. Si estás leyendo esto es porque seguramente ya hay varias plantas en tu colección, pero ¿sabes cuándo o cómo trasplantarlas adecuadamente?
Muchos de nosotros esperamos hasta que salga de su maceta, la sacamos, la ponemos en una maceta nueva, agregamos un poco de tierra y esperamos que crezca. Sin embargo, existen algunas señales para saber que tu planta necesita un nuevo hogar. Desde notar que el agua está en la parte superior y no absorbe hasta percatarte de que el suelo está seco o parece que se está desintegrando.
Ya sea que estés haciendo la transición a una nueva maceta porque tus flores necesitan un espacio más grande o simplemente deseas refrescar tu decoración, queremos que le des a tus plantas la mejor oportunidad de supervivencia en su nuevo hogar.
Sigue los siguientes pasos para trasplantar tu planta a otra maceta de forma muy fácil:
1. Elige una maceta más grande
Una de las razones principales para trasplantar es porque la planta ha comenzado a crecer más que su hogar actual. Dales mucho espacio a las raíces para que puedan sostener las hermosas hojas de tu planta. Asegúrate de que la nueva maceta no solo sea más ancha, sino también más profundo.
2. Cubre los agujeros de drenaje con filtro de café.
Esto evitará que la tierra se salga de la maceta pero seguirá permitiendo que pase el agua. Si optas por una maceta de barro, sumérgela con anticipación. La terracota absorbe la humedad y no querrás que seque tu planta.
3. Agrega tierra a la nueva maceta.
Antes de colocar la nueva planta adentro, agrega una capa base de tierra para que las raíces tengan un nuevo espacio para crecer. Agrega solo la suficiente para que la planta tenga espacio sin derramarse sobre la parte superior.
4. Riega tu planta.
Antes de trasplantarla, riégala bien. Esto ayudará a mantener la planta sana y mantendrá el cepellón (masa de tierra que se deja pegada a las raíces de las plantas para trasplantarlas) unido.
5. Retira la planta de su maceta vieja.
En lugar de jalar la planta, colócala boca abajo mientras coloca tu mano sobre la parte superior de la maceta. Gira la planta unos centímetros en ambas direcciones para aflojarla y permitir que caiga. Puedes usar un cuchillo para ayudar a separar la planta y la maceta.
6. Arregla el cepellón y desenreda las raíces viejas.
Podar las raíces más viejas ayudará a la planta a florecer en su nueva maceta. Elimina las raíces que crecen fuera del cepellón central. Ahora que solo tienes que lidiar con las raíces nuevas y saludables, desenrédalas para que crezcan hacia afuera en lugar de hacerlo internamente.
7. Coloca la planta en su nueva maceta.
Asegúrate de que la planta esté centrada y en posición vertical, luego presiónala firmemente en su nuevo hogar y agrega tierra. Una vez que hayas palmeado la tierra, sin apretar nunca, riégala para ayudar a asentar el suelo.
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