El Bloody Mary ha trascendido fronteras. Orgullosamente estadounidense, la refrescante bebida que funciona con jugo de tomate y vodka como el corazón del trago se ha convertido en estándar para quienes desean un buen trago durante el desayuno –esto normalmente sucede en Inglaterra– o quienes lo beben para curar su cruda –México–.
Un Bloody Mary no es difícil de preparar, muchas veces sólo vertimos vodka, jugo de limón, salsa Tabasco, salsa inglesa, y jugo de tomate de tu elección en un vaso con hielos, revolvemos y listo. No hay nada de malo en ello, pero sin duda, al ser una bebida tan popular y rápida de preparar, muchos se han perdido el verdadero potencial de la bebida.
Para hacer un gran Bloody Mary no se necesita mucho más de lo que ya sabes. Sólo hay que hacer una pequeña variación de ingredientes, mezclarlo de manera específica y lo más importante, usar ingredientes de calidad. Un Bloody Mary puede saber bien la usar cualquier vodka, pero uno de centeno es aún mejor. Por otro lado, el jugo de tomate comercial, está repleto de conservadores, sodio, sal y mucha azúcar, por lo que sabe bien, pero resta el poder de los otros ingredientes.
Este Bloody Mary sirve para ocho tragos
Ingredientes:
300 ml de vodka
5cm de rábano picante fresco
1 litro de jugo de tomate
2 cucharaditas de salsa Tabasco
2 cucharaditas de salsa inglesa
1 cucharadita de sal de apio
1 limón, cortado en gajos
2 cucharadas de amontillado o crema de jerez (la crema es más dulce)
Apio para servir (opcional)
Instrucciones:
Agrega todos los ingredientes a un recipiente y pásalo cuatro veces a otro recipiente para mezclar sin agitar, después sirve en un vaso con hielos. ¡A disfrutar!
Debe estar conectado para enviar un comentario.