Los suplementos alimenticios se caracterizan por ser benéficos para la salud y bienestar, sin embargo, al no estar completamente asegurado su funcionamiento -pues este puede variar de acuerdo al criterio de cada paciente- son considerados como tal y no como un fármaco. A través de una cápsula o píldora comúnmente consumes las vitaminas y minerales para complementar tu dieta diaria.
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El suplemento con aceite de pescado tiene por lo menos 5 años de haberse convertido en la opción de muchos, pero es necesario que consideres esta información para decidir si consumirla o no, o bien, dejar de hacerlo, la decisión es tuya.
Entre sus principales cualidades se dice que es excelente complemento de nutrición, ayuda al funcionamiento del cerebro y la salud del corazón, para saber con mayor precisión sobre sus componenentes, cómo puede beneficiarte y quién debe consumirlo y quién no debes seguir leyendo.
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De acuerdo a expertos dietistas, y en pocas palabras, los suplementos de aceite de pescado son una forma de aumentar su consumo de ácidos grasos omega-3, los cuales son componentes importantes de las membranas que rodean cada célula de tu cuerpo y cubren las funciones de soporte en el corazón, pulmones, vasos sanguíneos, sistema inmunológico y sistema endocrino.
Otro beneficio comúnmente promocionado es que el aceite de pescado tiene un impacto antiinflamatorio, reducen la inflamación a nivel celular, las enfermedades del corazón y controlar el dolor derivado de la artritis reumatoide en conjunto con los medicamentos habituales.
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Nuestro cuerpo no los produce de forma natural, si queremos consumirlos debe ser en fuentes vegetales, pescados y mariscos que suministran los tres tipos esenciales de omega-3: EPA, DHA y ALA pero para elevar los niveles de estos ácidos grasos en el cuerpo es necesario sumar un suplemento alimenticio a la dieta. En caso de no consumir ningún alimento de origen animal o muy pocas veces si se recomienda tomar de dos a tres pastillas u ocho a doce onzas por semana, sin excedernos de las cantidades pues en exceso podría causar hemorragias y otras complicaciones.
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