Todo el mundo sabe lo que es ser despertado por un sueño particularmente aterrador. Si bien es fácil echarle la culpa a la película de la noche o alguna otra película de terror, los verdaderos culpables de nuestras pesadillas son las actividades que hacemos todos los días.
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Las pesadillas son diferentes de los sueños normales, no tan grandes, porque nos despiertan de repente, a menudo durante las primeras horas en que estamos metidos en nuestro rápido movimiento ocular.
Tampoco deben confundirse con los terrores nocturnos, que generalmente ocurren poco después de que nos quedamos dormidos, y que se sienten muy reales, por lo que despertarse se siente aún más aterrador.
Son más comunes entre los niños que en los adultos, pero eso no significa que los adultos no las experimenten. Se estima que el 50 por ciento de los adultos tienen pesadillas ocasionales, según expertos en psicología. Las mujeres las tienen con más frecuencia que los hombres.
Entonces, ¿cómo puedes controlar tus pesadillas? Una forma es mirar lo que podría estar contribuyendo a ellos. A continuación hay algunas cosas que podrían detonar el problema.
Estás en tratamiento para tu salud mental
Según los expertos, el pensamiento negativo y los problemas no resueltos desempeñan un papel muy importante en la determinación de qué tipo de pesadillas y cuántas de ellas podrías tener.
Nuestros cerebros funcionan como una computadora, lo que entra es igual a lo que sale. Entonces, si te acuestas con pensamientos negativos o los repites durante tu día, tu cerebro va a estar lleno de pensamientos negativos.
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Tienes ciertos rastros de cambio de personalidad
Algunas investigaciones indican que esto puede contribuir a los malos sueños. Un estudio de 2001 examinó a personas que experimentaban alrededor de dos pesadillas al mes y descubrió que las personas más sensibles tienen más probabilidades de tener malos sueños frecuentes.
Otro estudio descubrió que las personas con intereses artísticos y creativos también tienen más probabilidades de experimentar pesadillas regularmente.
Procesas un trauma o situación traumática reciente
Según un estudio de 2015, las pesadillas son un síntoma importante del trastorno de estrés postraumático. Esto puede hacer que sea difícil conciliar el sueño nuevamente, lo que a su vez puede hacer que todo el día siguiente sea más difícil.
Algunas personas se despiertan con una sensación de tristeza o miedo después de las pesadillas, lo que puede ser un comienzo difícil para el día, las pesadillas frecuentes pueden ser un signo de memoria reprimida, trauma o posiblemente apnea del sueño o trastornos del sueño.
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Comiste muy pesado antes de dormir
Es bien sabido que comer a última hora de la noche no es lo mejor para la salud, pero puede que no te des cuenta de que podría ser la fuente de tus pesadillas. Comer abundante, o incluso un bocadillo, aumenta el metabolismo y la temperatura corporal. Esto hace que tu cerebro sea más activo y, por lo tanto, podría provocar más pesadillas.
Un estudio realizado en 2015 por la Universidad de Montreal descubrió que el 9.5 por ciento de las personas tenía malos sueños después de haber disfrutado de una comida nocturna. Otro estudio de 2015 encuestó a casi 400 estudiantes y les hizo mantener un registro de sus sueños y de lo que comieron, durante dos semanas. Alrededor del 44 por ciento de las personas informaron que los helados y otros productos lácteos causaron sueños extraños e inquietantes.
Tomaste una copa
El consumo de alcohol inicialmente podría ayudarte a conciliar el sueño y se dice que tu noche será tranquila. Sin embargo, en algún momento, el alcohol se metaboliza y el efecto sedante desaparece, creando un sueño fragmentado y pesadillas.
Y gracias a ese vodka, tus sueños y pesadillas serán mucho más vívidos de lo habitual. Incluso hay una posibilidad de que “actúes” tus sueños o seas sonámbulo.
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Los medicamentos hacen efecto en tus sueños
Ciertos medicamentos también pueden generar pesadillas. Según la Clínica Mayo, los medicamentos para la presión arterial, los antidepresivos, los antihistamínicos (que se encuentran en los medicamentos para el sueño y las alergias) y los esteroides son algunos generadores típicos.
El Alzheimer, Parkinson y los medicamentos para reducir el colesterol también pueden contribuir a un sueño perturbado y a los malos sueños. Si está en el 1 al 5 por ciento de las personas que toman estos medicamentos y tienen pesadillas, y esto afecta su calidad de vida, consulta a tu médico.
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