Se nos ha enseñado que si queremos más (dinero, logros, vitalidad, alegría, tranquilidad), debemos hacer más, agregar más a nuestra lista de tareas pendientes cada vez mayor. Pero, ¿y si nos han enseñado mal? ¿Qué pasa si la respuesta para obtener más de lo que queremos no es suma, sino resta? Como resultado, la evidencia respalda que sí queremos aumentar nuestra productividad y felicidad, deberíamos estar haciendo menos.
Existe evidencia de que nos concentramos completamente en nuestro trabajo unas cuatro a seis horas a la semana, lo cual no hace mucho sentido considerando que lo normal son semanas de 40 horas o más. Como personas con vidas con tantas cosas (niños, carreras, amigos, hobbies, y más), ¿cómo podemos aplicar la sabiduría de hacer menos para obtener más?
Necesitamos identificar qué no hacer. Pero esta determinación no puede ser aleatoria, debe ser metódico y basado en evidencia. Cuando dejas de hacer las cosas que te hacen sentir ocupado pero no te están dando resultados (y te están drenando la energía), terminas no sólo con más tiempo, pero con una sensación de paz. Kate Northup, de Business Harvard Review, creó un ejercicio simple que nos ayudará a conocer qué cosas son las que debemos de dejar de hacer. Así es como funciona.
Paso 1: dibuja una línea en el medio de una hoja de papel, a lo largo. Paso 2: decide un área de tu vida o trabajo donde te gustaría tener mejores resultados y menos estrés. Por ejemplo, tal vez en aquello que estudias para ser mejor líder. Paso 3: en el lado izquierdo, enumera las tareas o actividades que haces en esa área de trabajo o vida.
Paso 4: en el lado derecho, haz una lista de tus “victorias” más grandes en esa área. Cualquier resultado que hayas obtenido (ya sea una o varias veces) que haya sido positivo puede ir en esta lista. Paso 5: Dibuja una línea que conecte cada una de las mayores ganancias con la actividad o tarea que fue más responsable de ese resultado. Paso 6: Circula todas las actividades y tareas en el lado izquierdo de tu trabajo que han sido responsables de tus grandes victorias. Mira lo que queda. Lo que no está encerrado en un círculo es algo que debes dejar de hacer por completo, minimizar significativamente o delegar si es absolutamente necesario.
Este mismo enfoque puede usarse en otras áreas de tu vida, la idea es que vayas liberando más y más tiempo para que tengas mejor calidad de vida para compartir con tu familia o amigos. Hay cosas que son inevitables hacer, pero este ejercicio puede darnos permiso para dedicar menos tiempo a estas actividades, o a saber pedir ayuda. No tienes que hacerlo todo tú. Muchas veces, las cosas que creemos que “debemos” hacer son simplemente porque siempre las hemos hecho o las personas que nos rodean las hacen y creemos que también deberíamos hacerlo.
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