Hay quienes necesitan ficción que supere la realidad para lidiar con todo lo que está pasando, pero cuando la realidad te golpea con nuevas e inimaginables tragedias día tras día, encontrar una historia que la supere es muy difícil.
Tal vez por eso muchos amaron la publicidad de Black Mirror, la serie que muestra el lado negativo de nuestros avances tecnológicos. En lugar de un poster o el arte de algún episodio, simplemente se trataba de un espejo con la frase: “Temporada seis, disponible ahora, en todos lados”.
La publicidad de Netflix se volvió viral rápidamente, pues 2020 es para muchos el año en que ni siquiera una serie distópica puede superar la realidad de los hechos que han acontecido en tan poco tiempo. Sin embargo, en un giro al estilo Black Mirror, la publicidad no es es de Netflix, ni siquiera es real. Se trata de un ejercicio de Brother ad, escuela y agencia española.
Nadie le puede quitar el mérito a los creadores de la inteligente publicidad, sin embargo, es importante dar un paso más allá y entender por qué 2020 NO es un episodio de Black Mirror.
La serie creada por Charlie Brooker muestra el impacto negativo que la tecnología puede tener en nuestras vidas, desde un sistema de calificación digital para los ciudadanos, hasta el uso de abejas robots que se transforman en un arma capaz de iniciar un genocidio.
En 2020 podemos identificarnos con esas cosas, desde el sistema de reconocimiento facial en China que sí permite que el gobierno califique a sus ciudadanos, hasta la llegada de abejas asesinas a distintas partes del mundo, sin embargo, cada eventualidad es similar a las “profecías” de Los Simpson, y la idea de que estamos en un episodio de la serie de Netflix tiene que ver con la manera en que percibimos la época en la que vivimos.
Claro que la tecnología tiene que ver con lo que está sucediendo, nuestra sociedad está íntimamente relacionada con el avance tecnológico, pero 2020 es el momento en el que la olla de presión explotó, todos los problemas que tenemos se estaban desarrollando en el pasado y simplemente nos ha tocado ver las repercusiones ahora.
Los expertos sabían que una pandemia estaba en camino, pero los gobiernos no quisieron poner cartas en el asunto antes; las movilizaciones sociales no son algo nuevo, pero cuando la brutalidad policiaca incrementa con el paso del tiempo, era imposible no esperar que la gente saliera a las calles de todo el mundo para denunciarla. En poco tiempo hemos estado cerca de la Tercera Guerra Mundial, incendios en Australia que afectarán al ecosistema para siempre, inundaciones en muchas partes del mundo y falta mucho tiempo para diciembre.
Lo que vivimos ahora no es producto de la tecnología, es un problema estructural que hemos ignorado por años y que ahora nos muestra las consecuencias. No podemos hacerlo menos comparándolo con un episodio de Black Mirror, tenemos que aceptar lo que es y cambiar muchas más cosas que el tiempo que pasamos en redes sociales para realmente esperar que 2021 no sea más de lo mismo.
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