La sal está presente en nuestro estilo de vida, sobre todo en la cocina. Sin embargo, cuando se trata de belleza, esta ha tomado gran importancia en los últimos años.
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Desde la antigüedad, la sal ha sido uno de los secretos de bienestar mejor guardados y por ello es un elemento clave en tratamientos de spa. Ahora podemos gozar de sus beneficios en los Saunas de Sal del Himalaya, lugares que se han vuelto populares en todo el mundo, porque no solo se trata de relajarte al máximo, sino conseguir que la haloterapia (conocida así en el campo de la medicina) surta su mayor efecto.
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Son sesiones en donde solo basta hacer ejercicios de respiración y meditación, y quedarte así un par de minutos. En la piel puedes evitar padecimientos como el eccema y la psoriasis. Además, ayudarás a prevenir el asma y alergias ya que el sistema respiratorio es uno de los más beneficiados.
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La diferencia con los saunas comunes es que las paredes, el techo e incluso el piso de estos santuarios de relajación están revestidos con granos de sal. Algunos hasta están decorados en forma de cuevas, para hacer todavía más entretenida la terapia y transportarte a otro mundo. Uno de los más famosos se encuentra en Manhattan y se lleva por nombre Premier57.
En este tipo de terapias, la sal es el protagonista y lo mejor de todo es que es obtenida naturalmente. Ahora ya sabes las cualidades que tiene y las nuevas formas de obtener sus beneficios fuera de la cocina.
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