Cualquiera que se considere un foodie tiene que saber sobre la gastronomía sustentable ya, esta tendencia impulsa el consumo de alimentos preparados de la forma más natural posible. Aquí no sólo la preparación es importante, sino también el origen de los productos, dónde y cómo fueron cultivados.
Para que se trate de un proyecto gastronómico sustentable en su totalidad, los ingredientes deben ser, además de orgánicos, producidos bajo un sistema agrícola eco-friendly derivado de un comercio justo. De esta forma se impulsa también el consumo y la adquisición de productos de manera responsable para disminuir el impacto ambiental derivado del desperdicio.
Distintos chefs y restaurantes reconocidos alrededor del mundo se han sumado a la tendencia, haciendo que sus cocinas fomenten el comercio e intercambio con productores agrícolas locales. A cambio obtienen ingredientes de la más alta calidad y mantienen e incluso mejoran el sabor de sus exquisitos menús.
Algunos tienen incluso sus propios huertos y trabajan bajo el concepto farm to table, la frescura está asegurada. Otros restaurantes se encargan de su propia pesca (sustituyendo especies en peligro de extinción por otras opciones igual de ricas y saludables) y trabajan de cerca con los productores adaptándose a la temporalidad de los ingredientes.
Se trata de una “moda” que nos beneficia a todos. Estos procesos tan estudiados y cuidadosos a la hora de ejecutar una receta para venderla y que otros puedan disfrutarla, tienen impacto también con el comensal. Llevamos a la boca alimentos de calidad que mejoran notoriamente nuestra nutrición.
Así que la próxima vez que visites tu restaurante favorito, procura fijarte e en sus procesos de producción y la calidad de ingredientes con los que preparan tus alimentos. Tienes el derecho de exigir como consumidor y también ser responsable del cuidado de nuestro planeta.
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