Seguro que más de una vez regresaste a las conversaciones dependientes con alguna ex pareja. Como si se fuera a terminar el mundo por no tener esa “última conversación”, ésa en la que juran que es el final pero se convierte en lo contrario. Los mensajes recurrentes vuelven y las llamadas, también. Pareciera que en lugar de dar un paso adelante y cerrar ciclos, te conviertes en alguien dependiente de la otra persona y en ciclo interminable de “despedida”.
Y no es que este mal alejarse de una persona que en su momento te hizo mucho bien. El problema parte de no aprender a separar los sentimientos y pensar que todo cambiará. Algunas personas creen que es sano y de personas maduras seguir teniendo contacto con alguna ex pareja y no siempre resulta favorable. Claro que con el paso del tiempo pueden retomar su amistad pero en algún momento sí ya no hay lazos sentimentales, deben aprender a separar las cosas y tomar distancia por el bien de ambas partes.
En las relaciones dependientes, siempre van a encontrar un momento para tener esa “última conversación” y aclarar cosas que los tienen intranquilos. El problema parte de que esa “última conversación” es un espacio que lejos de ayudarte a seguir tu vida tranquilo. Se convierte en una falsa idea de lo que es “amor” y deciden intentarlo por milésima vez aunque no haya nada que hacer. Un pretexto que termina siendo adictivo al paso de los mensajes y llamadas.
Ten claro si eres de los que piensa que las segundas o terceras oportunidades funcionan, y que esas pláticas no se conviertan en querer pegar todo como una taza rota. ¡Adelante! pero tienes que aclararlo con la persona de una manera madura y que los haga felices a los dos. Bien dicen que amor a medias no es amor, necesitas recordar por qué cortaron y medir en una balanza las cosas buenas y malas para saber si vale la pena intentarlo de nuevo.
Tener una última conversación con alguien requiere de mucha fortaleza ya que así pueden arreglarlo y continuar si sale bien. Aunque se presta para que la otra parte no quiera saber nada de ti y te lastimes a futuro. Sé valiente y confía en ti, piensa qué es lo que quieres. Salir adelante y cerrar ciclos o volver a lo mismo. Lo ideal sería que en vez de pedirse perdón entre los dos, si tienen esa “última conversación” mejor sea para darse las gracias ya que eso habla de que ambos sienten gratitud por los buenos momentos.
Ten muy presente que cada persona es diferente y eso no significa que ninguna de las partes esté mal. A veces las cosas no salen como uno quiere pero tenemos que aprender a aceptar lo que no está en nuestras manos controlar. También aprender a soltar las cosas y aceptar que tal vez no es el momento indicado para que pasen. No te aferres a alguien que te haga dependiente. Está en ti aprender a poner límites aunque te duela un poco. Recuerda que el dolor es pasajero y solamente tú sabes a quien le das el poder de lastimarte.
A la siguiente que te escriba una ex pareja o tú sientas la necesidad de hacerlo, piensa dos veces en las consecuencias y el daño emocional que puede traerte. Relájate y piensa en el presente, lo que sí tienes y puedes cambiar para bien en tu vida. El pasado es imposible arreglarlo y el futuro incierto por lo que no vale gastar energía en lo que ya no existe.
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