La temporada de calor ha comenzado y es el pretexto perfecto para disfrutar de un helado a cualquier hora del día, más ahora que tenemos un poco más de tiempo libre en casa. Como creemos que siempre lo mejor es hecho en casa, queremos compartir contigo 3 métodos simples para preparar tu propio postre helado ¡sin necesidad de una máquina!
Sí, muchas de las deliciosas recetas que encontramos en internet involucran una máquina para hacer helado, pero aquí la idea de cómo ingeniártelas para prescindir de este instrumento de cocina. El resultado será similar, aunque probablemente no supere la textura y consistencia de la máquina, sin duda nos facilitará la vida si no cuentas con una en el momento.
El experimento puede ser tan divertido y delicioso como tú lo quieras, o simplemente para satisfacer tu antojo de refrescarte en casa. Agrega el saborizante o esencia de tu preferencia y ¡listo!
Opción No. 1
Ingredientes:
– 2 tazas de crema espesa, fría
– 1 lata de leche condensada azucarada, fría
– ½ cucharadita de extracto de vainilla
Instrucciones:
1. En el tazón de una batidora eléctrica, bate la crema hasta que se formen picos rígidos. Luego, baja la velocidad y mezcle la leche condensada, la vainilla y el saborizante de tu preferencia.
2. Vierte en un recipiente con cierre hermético, cubre la superficie con una envoltura de plástico y luego sella. Congele por al menos 6 horas, o hasta que esté firme.
3. Mantenlo almacenado en el congelador.
Opción No. 2:
Ingredientes:
– 1 ¼ tazas de leche entera, fría
– ¾ taza de azúcar granulada
– 2 tazas de crema espesa, fría
– 1 cucharada de extracto de vainilla
– ¼ cucharadita de sal
Instrucciones:
1. En un tazón grande, usa una batidora eléctrica para batir la leche y el azúcar hasta que el azúcar se disuelva, de 1 a 2 minutos.
2. Agrega la crema, la vainilla y la sal hasta que se combinen. Si la mezcla no está fría, colócala en el refrigerador hasta que se enfríe, aproximadamente 30 minutos.
3. Coloca la mezcla en charola profunda de acero inoxidable y congela durante 45 minutos. Cuando comience a congelarse cerca de los bordes, retíralo del congelador y revuelve vigorosamente con una espátula.
4. Regresa al congelador.
5. Continúa revisando la mezcla cada 30 minutos, revolviendo vigorosamente mientras se congela. Si tienes una batidora o licuadora de mano, úsala. Cuánto más vigorosamente agites, más suave será tu helado.
6. Repite este proceso durante 2 a 3 horas, o hasta que esté congelado.
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