Aunque no lo notes a simple vista, nuestro rostro está cubierto de vello muy fino, cuyas glándulas sebáceas pueden llegar a producir una cantidad de grasa que la obstruya. El resultado será una espinilla o un punto negro. Sin embargo, muchos no tienen en cuenta que la diferencia entre ambos es la clave para poder mantener la salud de nuestra piel.
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Debido a la contaminación, las células muertas en la piel y otros factores más, nuestra piel produce esos pequeños intrusos que son simplemente acumulación de impurezas. Por eso, cuando revisamos profundamente nuestro rostro frente al espejo, es cuando tendemos a querer eliminarlos con un par de hisopos o peor aún, con las uñas. ¡Detente!
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Esta práctica, en ambos casos, puede causar un gran problema, el empujar las bacterias profundamente en tu piel. Para ese momento es importante saber que las espinillas son aquellas que se producen cuando las bacterias o la grasa queda atrapada en los folículos capilares, mientras que los puntos negros tienen un proceso parecido, pero por estar expuestos a la superficie se oxidan y cambian de color.
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Por eso, se recomienda usar de manera preventiva productos para el control de la grasa, pues así puedes evitar que se creen estos puntitos negros superficiales. Además de añadir a tu rutina de belleza y usar con regularidad un buen exfoliante para retirar la piel muerta e impurezas, y limpiadores faciales que mantengan cada zona impecable y libre de suciedad.
Checa las listas a continuación para más:
– Receta de exfoliante facial
– Toallitas para deshacerte de la piel grasa
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