La alta relojería es un mundo en el que la tradición se mezcla con el arte e incluso la filosofía. Las máquinas que dictan el paso del tiempo se desnudan y nos muestran su complejidad, nos hacen entender la importancia de cada pieza, la precisión que requieren para hacernos entender una idea que rige nuestra existencia.
Dentro de ese mundo es donde vive el Grand Prix d’Horlogerie de Genève (GPHG) o el Gran Premio de Relojería de Ginebra, y que es conocido como el “Oscar” de la relojería. Este premio representa la excelencia en relojería y es una manera de dar a conocer el trabajo que las mejores marcas están llevando actualmente para revolucionar una industria que nunca pasará de moda.
El GPHG se divide en 14 categorías (dama, caballero, buceo, joyería y más) con 6 participantes en cada una. Aquí la estética es tan importante como la ingeniería, por lo que estos relojes pueden llegar a parecer excéntricos, pero realmente se trata de obras de arte más allá que un simple accesorio.
Cada año, el GPHG anuncia a los finalistas del premio y la colección completa comienza un gira mundial en las ciudades más importantes para la alta relojería, misma que culmina el 7 de noviembre cuando se dan a conocer los ganadores.
México es parte de este circuito desde 2017 y este año la colección estuvo en el Hotel St. Regis durante el Salón Internacional de Alta Relojería, donde modelos como el Octo Finissimo Chronograph GMT Automatic de Bvlgari o el Code 11.59 de Audemars Piguet demostraran que incluso entre los mejores, hay quienes alcanzan un nivel superior.
Longines, TAG Heuer, Hermès, Hamilton y más son parte de la competencia que terminará el siete de noviembre cuando se revelen los mejores relojes de cada categoría. Sin embargo, el premio más importante de la noche es el “Aiguille d’Or” o Aguja de Oro, al mejor reloj del mundo. El año pasado Bovet ganó este premio con su impresionante Récital 22 Grand Récital, ¿cuál será el ganador este año?