Como si la presión por organizar un evento masivo para festejar su matrimonio no fuera suficiente, ahora muchas brides-to-be se han hecho parte de la tendencia fitness “proposal shape”. Y es que mucho antes de enterarse que su pareja le hará la gran pregunte, se siente ansiosas por conseguir un cuerpo tonificado y de envidia, ¿te imaginas?
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Justo cuando sospechan que su novio está a punto de incarse en una rodilla y pedirle que se casen, se someten a programas intensivos de ejercicio. Ya lo vimos con la realeza y algunas celebridades, como la princesa Eugenia de York. Se rumoraba que Eugenia sabía que este año su novio (de hace un largo tiempo) por fin le diría “¿quieres casarte conmigo?”, por lo que decidió hacer una dieta estricta y tener un régimen de ejercicio para ponerse en forma. Así que, todos los días de siete a ocho de la mañana iniciaba con una rutina de burpees, sentadillas y lagartijas e inclusive se inscribió a un exclusivo gimnasio.
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Otras mujeres que han llevado a cabo el reto “proposal shape” han mencionado en una entrevista a The New York Times que hasta contrataban entrenadores personales o realizaban programas de ejercicio virtuales. Por ejemplo, una de ellas sabía que el viaje a Grecia que haría con su pareja podía ser la oportunidad para que –su ahora prometido– le diera el anillo, por lo tanto se sentía presionada para que las fotos en traje de baño fueran perfectas.
Sin embargo, ojalá esta motivación también incluya hacerlo por si mismas, y no solo para lucir bien en las fotos que suban a redes sociales mientras presumen la nueva joya en su dedo. Ya que hacer tal esfuerzo físico merece convertirse en un estilo de vida saludable, en lugar de que solo sea una tendencia momentánea, ¿no crees?
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