Todo comienza dentro del Lamill Coffee Boutique, en Los Ángeles, California. La reconocida cafetería ya cuenta con tres sucursales diferentes en la capital californiana y cada taza o platillo servido es una pequeña delicia, que se caracteriza por un sabor fresco y original. Entre sus opciones más populares, se encuentra el café capuchino de crème brûlée. Pero, si es una bebida, ¿cómo logran una preparación exacta de este efecto?
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Antes que nada, el café es preparado en el mismo lugar donde es servido. Entonces la frescura de los ingredientes es algo más que clave a la hora de servir cada bebida o acompañamiento. Cada barista contratado en este lugar ha sido entrenado con el conocimiento de todo el menú, pero son expertos en preparar esta peculiar receta.
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El primer paso es poner espresso fresco y líquido en la taza. La leche entera se calienta aparte en las máquinas de café para llegar a una cierta temperatura. Después de que el café y la leche se combinan y se crea la espuma en el borde de la taza, azúcar morena es agregada para comenzar el proceso final.
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Luego, llega el momento del verdadero show. La espuma se quema con el azúcar e inicia el instante de caramelización. Ahora es esperar unos segundos y notar como los cristales quedan encima de la combinación del café con leche. ¿Lo siguiente? ¡A disfrutar este inolvidable sabor!
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