2020 pasó en un parpadeo, entonces posiblemente recuerdas que hace un año todos nos quejábamos de lo mismo, enero parece no tener fin. Si este año también lo estás sintiendo y una sensación de déjà vu viene a tu mente, no temas, es algo con lo que lidiamos año con año y eventualmente se nos olvida.
¿Por qué enero dura tanto? Después de todo, hay más meses que tienen 31 días y en los que pasan muchas más cosas. Claro, estos últimos años han sido una excepción y pensando que en 2020 comenzaron a surgir las noticias del coronavirus, tenemos eso fresco en nuestra memoria, pero resulta que es nuestra propia memoria la que nos hace sentir que enero es un mes interminable.
Al parecer, la percepción temporal con la que trabaja nuestro cerebro no es tan confiable como pensamos. De acuerdo a un investigador de la Universidad de Cambridge el tiempo mental es una métrica bastante frágil para la duración física. ¿Qué quiere decir eso? Que todos experimentamos el tiempo de manera distinta.
Los estudios también han demostrado que los participantes que preguntaron cómo se siente el tiempo inmediatamente después de ver una película de terror dicen que se siente más largo. En otras palabras, el miedo ralentiza el tiempo, que según los experimentos es el efecto de la excitación en la velocidad del sistema de reloj interno.
Es nuestro reloj interno el que nos dicta cómo juzgar cada segundo y aunque los científicos aún no están seguros de dónde se localiza esa percepción del tiempo en nuestro cerebro, saben que tras momentos de mucha excitación puede sentir el paso del tiempo de manera mucho más lenta.
Diciembre, al tener tantos eventos, celebraciones y emociones, nos agota mentalmente, pero empezando enero el cerebro busca hacer borrón y cuenta nueva de muchas cosas, por lo que terminamos con la mente mucho más ajetreada de lo que esperamos y colectivamente empezamos a sentir que enero alarga sus días hasta el infinito.
Pasamos de las fechas de descanso, las fiestas y los momentos en familia o amigos a un mes donde los propósitos de año nuevo, las resoluciones y los nuevos objetivos empresariales nos obligan a cambiar nuestra actitud de algo festivo a un mood mucho más enfocado.
Al parecer hay una forma de dejar de sentir enero así de largo, y eso implica no pasar el tiempo hablando de lo largo que ha sido enero, una verdadera paradoja, sobre todo en los últimos días del mes, pero la próxima vez que sientas que el tiempo pasa más lento, sólo recuerda que es algo subjetivo y que basta con quitar de tu mente el tema para dejar de sentirlo así.
Debe estar conectado para enviar un comentario.