Para muchos, una de las actividades favoritas de las festividades de fin de año es la de ver películas navideñas. Hay varios básicos clásicos como Home Alone, The Holiday, Elf y Love Actually. Y cada año, nos encontramos con más títulos nuevos que aunque bien sabemos que no serán las mejores historias, nos encanta verlas. ¿Por qué?
Ya sea que compartas con orgullo tu consumo de películas cursis de Navidad, o que lo ocultes como placer culpable, es un hecho que estas películas exageradas, formuladas y con actuaciones cuestionables tienen una audiencia real (que nos incluye). Existe una explicación científica y también muy lógica sobre por qué no podemos evitar darle play.
Las películas navideñas son populares cada año sin importar su calidad porque desencadenan un flujo de la hormona dopamina en nuestro cerebro que nos hace sentir bien. La razón es que siguen una misma fórmula predecible, desde la estructura de la trama hasta la decoración del escenario y los motivos festivos específicos. Y nuestro cerebro ama la certeza que eso nos otorga.
No es que estemos fascinados con cada romance o aventura o cada nevada en todas las películas. Es que, las películas navideñas tienden a ser de un ritmo constante, y eso que crea un flujo continuo de dopamina en nuestro cerebro. Las soluciones en estas películas siempre tienden a ser simples y rápidas (todo se resuelve en una hora y media y días antes de Navidad). Al igual que comer ciertas cosas, ver estas películas nos genera el mismo sentimiento de bienestar y disfrute por estas hormonas felices.
Además, hablamos específicamente de las películas de Navidad por tratarse del fin de año. Por lo general, es una época en la que el cansancio del año comienza a sentirse y tenemos este anhelo por pensamientos positivos. Las películas positivas pueden aumentar la moral durante tiempos difíciles. Estas fechas son felices para algunos, pero deprimentes para muchos. Hay estadísticas que demuestran que la depresión aumenta en estos meses. Aunque la película puede no ser tan buena, nos da este boost temporal de optimismo.
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