La exfoliación es clave para tu rutina de belleza. Una de las formas más fáciles de aumentar el brillo, ayudar a aclarar la piel, minimizar la apariencia del daño solar y mantener un cutis es exfoliar regularmente.
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Limpiar las células muertas de la piel, la mugre, la contaminación y los residuos de maquillaje no solo tiene el beneficio instantáneo de limpiar profundamente los poros para que tu piel se vea más brillante y sedosa. También permite que los sueros, tratamientos y humectantes que apliques después penetren más profundamente y trabajen de manera más efectiva.
Cada piel es diferente y también depende de su sensibilidad, pero existen muchos beneficios de hacer una combinación de exfoliación física y química para que tu piel se vea mejor que nunca. Aquí te explicamos.
Los exfoliantes químicos no implican frotar la piel con nada granuloso, son un líquido o gel y generalmente son más seguros que muchos exfoliantes físicos. Los hidroxiácidos, como los ácidos salicílico y glicólico, tienen la capacidad de penetrar la piel para una exfoliación más profunda.
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Tanto los exfoliantes químicos como los físicos eliminan las células muertas y otrso descehos de la piel, lo cual ayuda a acelerar el cambio celular, para que tu piel esté (y se vea) más fresca, brillante y clara, con poros minimizados y una superficie más lisa.
La diferencia es que los exfoliantes químicos usan ácidos o enzimas para disolver y aflojar las células, mientras que los exfoliantes físicos funcionan eliminando la piel muerta y los desechos. Si los combinas, los dos se complementan si se usan correctamente, optimizando la renovación celular para suavizar, pulir y retexturizar tu piel.
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Ten cuidado, pues sí es posible sobre-exfoliar la piel y dañarla. Exfoliar demasiado elimina la barrera protectora de la piel, dejándola vulnerable al daño solar, resequedad e incluso alguna infección. Si usas un exfoliante químico muy poderoso, es mejor esperar 24 horas antes de volver a exfoliar con uno físico. Recuerda, si notas algo anormal o ardor en la piel, visita a un dermatólogo. Tampoco lo intentes si estás bajo algún tratamiento específico.
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