¿Cómo saber que mi perro está envenenado y cómo ayudarlo?

Un perro en casa es parte de la familia, no una simple mascota. Es una compañía maravillosa que nos llena de amor y dulces lengüetazos. Tomar la decisión de adoptar un perro es muy importante y debe pensarse las veces que sean necesarias para estar convencidos de querer -y poder- tomar la gran responsabilidad con todo lo que incluye: comida, entrenamiento, juegos, protección, médicos y en el mejor de los casos saber primeros auxilios en caso de alguna emergencia. ¿Cómo saber que mi perro está envenenado y cómo ayudarlo?

Estos animales tienen un carácter hermoso que nos llena de amor con nada coletazo y emoción en su rostro cuando abrimos la puerta. Les encanta la aventura, el paseo siempre será su momento feliz del día pero posiblemente el más peligroso por su curiosidad de olfatear y comer todo a su paso.

Uno de nuestros mayores miedos es que nuestro perro sea envenenado y puede ser de forma accidental, no siempre por esos horribles casos que oímos de gente que deja trampas peligrosas para ellos en los parques (y que desgraciadamente son más comunes de lo que creemos). Puede ocurrir con alguna sustancia tóxica incluso dentro de nuestro hogar. ¿Cómo debemos reaccionar?

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¿Cómo saber que nuestro perro está envenenado?

Uno de los mayores temores de los dueños es no tener la capacidad para darte cuenta que nuestro perrito fue envenenado. Cuando hablamos de envenenamiento casi siempre pensamos en algo que ingirió pero no siempre es así. Puede sufrir envenenamiento por inhalación o incluso a través de la piel.

Las causas son impredecibles y con un gran abanico de posibilidades. Las más comunes son que haya ingerido medicamentos para humanos como fármacos para la tensión arterial, analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos y algunos otros. Los medicamentos que nos ayudan a calmar el dolor para ellos es auténtico veneno.

De igual manera insecticidas, pesticidas, fertilizantes, productos de limpieza y detergentes pueden provocar envenenamiento también. Hay que tener mucho cuidado con ellos sobre todo si tienen algún olor frutal o que les llame la atención.

Hay algunos alimentos de humanos que también son fatales para ellos como el chocolate (no, no es mito), el aguacate, uvas y pasas. Al igual que el alcohol o tabaco.

También puede encontrarse a su paso con algunas plantas venenosas, ornamentales, hongos dañinos, tomates, espinacas, azafrán y otras. Algunos otros animales también pueden envenenar a tu perro como sapos, serpientes e insectos.

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Síntomas que puede presentar un perro envenenado

Los síntomas de envenenamiento suelen aparecer tan solo unas horas después. Los primeros momentos son cruciales para actuar y poderle salvar la vida antes que presente un cuadro crítico.

Acude al médico veterinario si tu perro presenta quejas intensas, pupilas dilatadas, ojos rojos, fiebre, convulsiones, espasmos involuntarios, vómito, diarrea, parálisis parcial o general, salivación excesiva, mucosas de otro color, taquicardias, problemas respiratorios, hemorragias, piel inflamada, mucha sed, falta de coordinación, mareo y depresión.

Primeros auxilios

Lo primero que debes hacer cuando tu perro presenta un posible cuadro de envenenamiento es mantener la calma y actuar rápido con la mayor serenidad posible. Acude al veterinario cuanto antes, si no tienes la posibilidad practica primeros auxilios para salvarle la vida.

Cabe recalcar que siempre busca primero la ayuda de un experto, estas acciones son solo en caso de urgencia extrema.

Lleva a tu perro a una zona abierta y bien ventilada. Deja los orificios nasales lo más libres posibles. Provoca el vómito si el veneno entró por la boca. IMPORTANTE: no lo hagas si no estás seguro o perdió el conocimiento. Cepíllalo para sacudir la sustancia en caso de haber ocurrido de forma cutánea. Báñalo con abundante agua.

No le ofrezcas comida o apliques remedios caseros porque podría empeorar. Solo dale agua fresca de forma lenta para que el veneno no le afecte demasiado a órganos importantes como riñones o hígado.

Estas situaciones suceden más veces de lo que creemos. Hay que saber qué hacer cuando se nos presenten. Lo principal es respirar profundo, actuar rápido y siempre, siempre tener el contacto del veterinario de confianza a la mano.