Para muchos escuchar música es una actividad de relajación y una forma de desconectarse del mundo. Sin embargo, para algunos también puede resultar como el disparador a padecimientos que afectan su salud.
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Cuatro son los más comunes y a continuación te diremos de cuáles se trata. Así sabrás el efecto que tienen y si es positivo o no. De esta manera podrás ser consciente de las personas a tu alrededor cuando escuches música a todo volumen. ¡Pon mucha atención!
Insomnio
Varios estudios han revelado que la música es una gran aliado para aquellos pacientes que buscan tener una mejor calidad de sueño. Es una práctica que no produce riesgos o efecto secundarios y puede ayudar a quienes usan medicamientos por prescripción o tienen dependencia a estos. La clave está en escuchar ritmos relajantes 45 minutos antes de ir a la cama y así tu calidad de sueño será mucho mejor.
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Autismo
La música es un idioma universal que puede apoyar la comunicación e interacción con personas autistas. Según expertos, ésta ayuda a quienes padecen este desorden a procesar y expresar sus emociones, pues las activa en su cerebro y les ayuda a sentir. Escuchar canciones en sesiones de grupo con pacientes de autismo es algo benéfico.
Ansiedad
Durante tratamientos médicos o incluso cirugías, la música actúa como un reductor del nivel de estrés y ansiedad que presentan los pacientes. Si bien pueden funcionar como distracción, también ayuda a reducir el ritmo cardiaco y a regular las hormonas. Por ejemplo, el nivel de dopamina (la hormona que nos hace estar felices) incrementa al escuchar tus canciones favoritas.
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Epilepsia
Hay una extraña relación entre la epilepsia y la música. Ésta puede ayudar a relajar a los pacientes, pero por otra parte, el estímulo produce otro tipo de epilepsia conocido como “musicogenic epilepsy“. Ésta se detona por una canción en específico, un sonido e incluso solo con un instrumento. Se debe a que los ritmos conectan con el lado emocional y cognitivo que denota un episodio de este padecimiento.
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