Hace 10 años, San Miguel de Allende le dio la bienvenida a dos lugares que cambiarían por completo el panorama de esta ciudad: Hotel Matilda y su restaurante, Moxi. Ubicados en el corazón de este pueblo mágico, en la famosa calle de Aldama (por ser un popular spot de fotos), llegaron para elevar el nivel de la hotelería y gastronomía en este lugar.
Matilda se distingue, además de por la impecable hospitalidad, por su celebración de la escena del arte latino contemporáneo. El lugar alberga una colección privada e importante de arte que incluye obras de Angelo Musco, Spencer Tunick, Diego Rivera, Bosco Sodi, Luis Barba, Victor Rodriguez, Betsabee Romero, Daniela Edburg, Aldo Chaparro y Nacho Rodriguez, entre otros.
Por su lado, Moxi, ofrece de la mejor gastronomía de México con influencia internacional. Tiene una identidad culinaria que incorpora su herencia mexicana, pero no deja de sorprender a la gente de todo el mundo que viaja para conocerlo. Su menú fue originalmente diseñado por Enrique Olvera, y reconocido internacionalmente como uno des los must de San Miguel de Allende. Pero ahora, en su décimo aniversario, se ha renovado y el resultado tendrá a todos viajando para concerlo.
El australiano Paul Bentley ha tomado control de la cocina de Moxi y sus nuevas propuestas son perfectas para un espacio como Matilda. De escuela francesa e italiana, Bentley llegó a México a Tulúm y después se movió a Guadalajara, donde abrió varios lugares galardonados como Magno Brasserie y Hato Ramen. Es un chef atrevido y concreto, él sabe lo que busca en sus sabores y va por ello, no es nada tímido.
“Las raíces mexicanas son parte de la naturaleza del lugar y eso tenía que ser parte del menú”, explica Bentley. Platillos como el tortellini de barbacoa o la lubina con alubias, son prueba de ello. Se tomaron varios riesgos, y el uso de ingredientes locales es prioridad para él, muy al estilo del chef. ¿Lo más “Paul” del menú? la charcutería. Encontrarás un paté de campaña con alioli y ensalada en las entradas que te harán saber con el paladar que estás en un restaurante de Paul.
Físicamente, ahora vemos un Moxi de tonos claros, azules y pieles beige. El techo, intervenido por el artista jaliciense Claudio Limón antes era azul y ahora lo vemos en tonos beige, con su mismo toque juguetón y divertido que alumbra el espacio. Frente al restaurante, se ve el famoso mural de la alberca de Matilda, también creación de Claudio. El mural se remodeló también y ahora vemos una Matilda en tonos amarillos, verdes, azules y rosa claro. Una vista tan alegre que no le quitamos los ojos de encima.
En tu próxima visita a San Miguel, no dejes de pasar a probar la nueva oferta culinaria de un hotel tan incónico como Matilda. Encuentra más información sobre reservaciones y ubicación aquí.