Jack Kornfield es uno de los más importantes maestros de las prácticas budistas en occidente. Se formó como monje budista en los monasterios de Tailandia, India y Birmania. Se ha dedicado a llevar prácticas de mindfulness a millones de personas a través de cursos, meditaciones, videos y el contenido en su página web.
Ahora, hay una nueva sección de “recursos para la pendemia“. Ahí podemos encontrar contenido de todo tipo: videos, notas, podcasts y meditaciones enfocados en ayudarnos a sobrellevar los retos con los que nos ha presentado la pandemia actual a través de prácticas de minfulness.
Lo que Jack Kornfield, entre muchos maestros viene a enseñarnos en este momento, es a superar los miedos, a saber convivir con ellos y no dejarnos llevar por pensamientos y energías negativas y catastróficas. Sentarse conscientemente con nuestras penas y miedos, o con los de otro, es un acto de valentía. No es fácil.
Kornfield se entrenó en el monasterio forestal de Ajahn Chan, donde eran enviados a sentarse solos en el bosque en la noche practicando meditaciones sobre la muerte. Había monjes que se encontraban con tigres y otros animales salvajes. Debían contemplar la muerte, en un lugar hostil y que los mantendría alertas. Definitivamente un escenario de riesgo que enfrentaría a cualquiera con muchas cosas, ¿no?
Como explica Kornfield, resultó que, sentarse en el bosque oscuro con los tigres y serpientes fue más fácil que sentarse con sus demonios internos. “Mi inseguridad, soledad, vergüenza y aburrimiento surgieron, junto con todas mis frustraciones y dolores. Sentarse con ellos requería más coraje que sentarse en los terrenos de Charnel. Poco a poco aprendí a enfrentarlos con atención, a hacer un claro en el bosque oscuro de mi propio corazón”.
¿Cuál es la lección? El mindfulness no rechaza la experiencia, al contrario. Permite que la experiencia sea la maestra. Un practicante budista con asma severa aprendió a prestar atención a su respiración. Al darse cuenta del estrés en su cuerpo y ser paciente a medida que los músculos de su garganta y pecho se relajan, puede limitar sus ataques. No dejes que tu tragedia te convierta en víctima, úsala.