¿Checas el perfil de Instagram de tu ex constantemente? ¿Tu pareja ha enviado emojis en plan de coqueteo a alguien más? ¡Cuidado! Ambos podrían ser parte del micro-cheating y ni siquiera se han dado cuenta.
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En la era de la conexiones virtuales –gracias a las redes sociales– ha surgido una nueva etiqueta que define una forma de infidelidad. Así como su nombre lo dice, el micro-cheating es una manera mínima de engaño que se da tan solo por checar el perfil de otra persona o interesarse en lo que éste hace en tiempo real y sube a su perfil.
Según The Telegraph es una palabra que “se usa para describir el comportamiento que cae en el área gris entre interacción amistosa o infidelidad”. Sin embargo, no solo se trata de eso. Esto podría sonar como algo trivial, pero en muchos casos puede tener el mismo impacto emocional que dormir con otra persona. Y en realidad, aunque comience como un juego de ego-boost, podría terminar en un encuentro en el mundo físico.
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En la actualidad las relaciones personales son suficientemente complicadas como para agregar un “interés digital” en alguien que no sea tu pareja. Y aunque no involucre caricias y besos obtiene justo lo que necesita, el apego a la pantalla de un modo romántico.
Lo interesante es que este término comenzó en 2004 según Google Trends, pero realmente llegó a la conciencia del mundo entero al inicio de este 2018, cuando un artículo de Though Catalog se hizo viral y mostraba “los 33 signos como tu pareja lleva a cabo el micro-cheating“. Así fue como muchos se identificaron con esta práctica y ya utilizan dicha etiqueta para el “engaño virtual”.
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Así que, es probable que luego de saber la definición de este término tan moderno, no puedas dejar de pensar si también lo haces o tu pareja. Pero puedes apostar que uno que otro borrará un par de nombres de las búsquedas para no dejar ni el mínimo rastro.
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