Es inevitable que los músicos muera mientras se encuentran trabajando en algo. Su trabajo es creativo, por lo que pocos tienen la tendencia de hacerlo de acuerdo a un horario y épocas establecidas, en realidad están trabajando toda su vida.
Usualmente, cuando los músicos mueren, hay nuevas ediciones de viejos discos, remasterizaciones y a veces rarezas que se publican, pero los discos póstumos de gran calidad son menos frecuentes, pues éstos sólo llegan cuando el artista ya había grabado gran parte del material antes de perder la vida. Aquí hay algunos que realmente no te puedes perder.
Circles – Mac Miller
Mac Miller había avanzado mucho en su sexto disco de estudio cuando perdió la vida, pero el trabajo de Jon Brion junto a su familia permitieron que el disco tomara la forma que seguramente Miller habría querido.
Lioness: Hidden Treasures – Amy Winehouse
Amy Winehouse tuvo muchos problemas para lanzar su tercer disco de estudio. Se dice que después del éxito descomunal del ahora legendario Back to Black, sufrió un bloqueo creativo, que la disquera echó atrás una propuesta de la cantante porque tenía demasiado reggae, y que eso fue parte de lo que la orilló aún más a sus adicciones.
En este disco se puede notar ese estilo que la cantante buscaba, aunque la producción apostó un poco más por los sonidos R&B a los que Winehouse nos acostumbró en sus dos discos.
From a Basement on the Hill – Elliott Smith
La muerte de Elliott Smith aún se debate. Dos puñaladas en el cuerpo son la evidencia de que quizás el artista no se suicidó y fue víctima de un homicidio, sin embargo, la música que dejó grabada y que se publicó en From a Basement on the Hill es bastante sombría y para algunos incluso parece una carta de suicidio melódica.
American IV: The Man Comes Around – Johnny Cash
Cuando le dijeron a Trent Reznor que Johnny Cash haría un cover de la ya clásica canción Hurt, tenía sus dudas. Después de todo, el estilo del hombre de negro y el de Reznor era muy distinto, pero cuando escuchó el resultado final, supo que Cash lo hizo tan bien que ahora la canción le pertenecía a él. Hurt tiene tanto potencial que la canción sola es mejor que muchos discos de otros artistas, pero American IV tiene muchas otras joyas que valen la pena escuchar como el lamento de un hombre a punto de morir.
Pearl – Janis Joplin
Janis Joplin había grabado partes de este disco el mismo día en que murió de una sobredosis accidenteal de heroína en 1970. El siguiente año, Pearl salió a la venta y demostró el potencial que la cantante tenía. Hoy clásicos como Cry Baby y Mercedes Benz son algunas de las canciones más recordadas de una cantante que no pudo ver el éxito de su trabajo.
MTV Unplugged In New York – Nirvana
El disco fue grabado meses antes de la muerte de Kurt Cobain y cuando salió a la venta se convirtió en un clásico instantáneo. La selección de canciones de la banda parecía arriesgada, pero hoy se trata del segundo disco más recordado de la banda, sólo después de Nevermind.
Life After Death – The Notorious B.I.G.
Así como Tupac, Biggie también había grabado una gran cantidad de material antes de morir, pero el disco póstumo de The Notorious realmente parece un trabajo que hizo en vida, sin embargo, las letras anuncian una muerte temprana a causa del peligroso estilo de vida en el que se había involucrado.
Mención especial
Blackstar – David Bowie
Bowie siempre fue un paso más adelante que el resto y cuando lanzó este disco, aún en vida, nadie esperaba lo que venía. David Bowie lo lanzó el día en que cumplió 69 años y sólo dos días después, el cantante falleció de cáncer de hígado, un padecimiento que nadie sabía que tenía. Escuchar Blackstar es entender la visión de la vida y la muerte a través de la visión única de uno de los artistas más grandes del siglo XX.