En muchas películas hemos visto la transformación física y mental de los actores para darle a vida a roles que los llevan incluso a ganar premios y estatuillas de oro. Sin embargo, cuando se trata de un rol deportivo, el reto es mucho mayor pues deben conseguir el cuerpo de un superatleta, la técnica de su deporte e incluso replicar un par de hazañas como lo harían ellos en la vida real.
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Tal es el caso de Margot Robbie, quien está nominada como mejor actriz para los premios de la academia gracias a su papel protagónico en “Yo, Tonya”, película que recientemente ha llegado a los cines de nuestro país, en donde da vida a la famosa estrella del patinaje de la década de los noventa, Tonya Harding.
Harding, en la vida real, fue famosa por ser la primer mujer estadounidense en completar un triple axel con una combinación de loop doble en competición, por lo que Robbie tuvo que entrenar arduamente para poder llenar su zapatos (o más bien patines). Lo cierto es que Margot puede actuar muy bien y su rostro siempre es perfecto en la pantalla, pero cuando llegó a la pista de hielo para hacer de Harding ¿ella logró realizar todas y cada una de esas acrobacias?
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Margot entrenó durante cuatro meses –previos a la grabación– e inclusive la misma Harding le ofreció enseñarle. Pero la realidad es que cuando se trataba de dar todos esos saltos, loops y combinaciones realmente difíciles contó con la ayuda de dos patinadoras profesionales, Anna Malkova de California y Heidi Munger de Boston.
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Ellas ayudaron a interpretar estas rutinas creadas por la coreógrafa y figura del patinaje canadiense, Sarah Kawahara, quien se dedicó a enseñarle a la actriz de 27 años las lecciones básicas de cómo patinar. Robbie tuvo que aprender cinco rutinas distintas juntos a sus dobles, para que después en grabación pudieran alinearse y quedar perfectas, tal como las viste en el cine. Pero, ¿te imaginas tener que aprender a patinar como una competidora olímpica? Y no solo eso, Margot también tuvo que aprender el lenguaje corporal de Tonya que era una atleta sumamente fuerte, con un estilo muy particular y poderoso, además de sus peculiares modales. ¡Todo un reto!
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Sin embargo, a pesar de todo el entrenamiento y “la magia del cine” ni Margot ni las dos patinadoras profesionales pudieron hacer el double axel. De hecho, en la película este salto es completamente edición y efecto de cámara. Según la entrenadora, las dobles tuvieron que hacer muchos saltos en distintas formas para poder lograr la toma con trucos.
Así que, hay cosas que ni en las películas se pueden replicar y no cualquiera con un par de clases podría hacer. No por nada Tonya continúa como una leyenda en el patinaje (aún con el incidente que involucró a Karrington en 1994), pues se merece todo el reconocimiento como la gran deportista que por muchas circunstancias se le negó ser.
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