Las personas introvertidas han ido perdiendo los espacios que los resguardaban en el pasado. La cultura se ha tornado cada vez más del lado de los extrovertidos –cabe mencionar que no se trata de una batalla entre unos u otros, sino de la gente que decide para quién debe ser el espacio público y privado– y mientras las bibliotecas, los parques y más desaparecen, los centros comerciales, festivales masivos y grandes complejos en los que puedes encontrar de todo, aparecen por todos lados.
Esto ha provocado que la gente introvertida se quede sin lugares en común, que se les catalogue como outsiders que son raros y a veces hasta se les tache de víctimas. En realidad la gente introvertida es como cualquier otra, ni hay que menospreciarla ni exaltarla, pero sí hay que entenderla. Por eso, si es que eres alguien introvertido o conoces a alguien y sabes de cosas que detonen su ansiedad, esto puede servirte.
Entiende tus miedos
Alejar las cuestiones negativas sin conocerlas es casi imposible. Si sientes que la ansiedad está llegando a ti y simplemente sucumbes, nunca saldrás de ese loop infinito. Analiza cuáles son tus miedos e inseguridades, qué es lo que no te gusta de encontrarte donde estás y poco a poco ve a la raíz del problema.
Busca ayuda
Aunado a lo anterior, si comienzas a hacer un examen interno acerca de cómo eres, no hay nada como compartirlo, y si lo haces con una persona que quieres, está bien, pero la ayuda profesional siempre será más efectiva. Una visita al psicólogo puede ser una tortura en sí, pues encerrarse una hora con un extraño y hablar de los miedos más profundos es una de las torturas de un introvertido, pero sin duda es algo necesario que rápidamente cambia y se convierte en un espacio seguro.
Trabaja tu propio espacio
Los introvertidos no siempre pueden estar en grandes grupos, pero a veces sus espacios personales tampoco les pertenecen. Ya sea porque tenga cosas de otras personas, porque compartan espacios en común o hasta la misma habitación, una manera de calmar esa ansiedad latente es crear un espacio completamente independiente del resto de la gente. Aquí no hay lugar para cosas de tus amigos, pareja o familiares, simplemente se trata de tener algo que sea tuyo al 100%.
Obsérvate desde fuera
Esto es muy importante porque además de ayudarte a relajarte, te demostrará que la gente no tiene esa extraña percepción que tú crees de ti mismo. Si te sientes mal, imagina cómo te ves ante los demás, calma tus nervios, recuerda que nadie te juzga –sí, es difícil al principio, pero si lo racionalizas, te das cuenta que no eres el centro de atención todo el tiempo– y que puedes respirar, tranquilizarte y seguir con tu vida.
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