Debido a las catedrales y monumentos que los colonizadores impusieron, parecería que México y sus alrededores están influenciados solamente por España. Pero en el siglo XIX, durante el Porfiriato, México comenzó a moverse hacia el progreso y para ello, Francia fue el modelo.
La arquitectura es donde más podemos notar esa influencia francesa. Sobre todo en la Ciudad de México hay spots que parecen sacados de ‘La Vie en Rose‘. Aquí la lista de lugares que debes apreciar por su belleza y detalles que rodean estas obras de arte.
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Museo Nacional de Arte
Un edificio también hecho durante el Porfiriato que buscó ser símbolo de progreso. Viene del eclecticismo, corriente que incluye formas y estilos como el clásico y el gótico. La decoración en el interior es signo de riqueza, mientras que las estructuras metálicas simbolizan una sociedad en vías de industrialización.
Castillo de Chapultepec
Es quizá, el monumento con más influencia francesa. Está construido sobre los cimientos de una antigua residencia de Moctezuma, aunque fue hecho durante el Virreinato. Cuenta con diversos patios, escalinatas, jardines, vestíbulos, salones y comedores característicos del siglo XIX.
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Palacio de Bellas Artes
Es una de las piezas arquitectónicas con más trascendencia en el país. Por fuera, reinan elementos del Art Noveau y en el interior el Art Decó. La cúpula, las escaleras, el Teatro Principal y los jardines de la explanada son la expresión de la influencia francesa.
El Gran Hotel
Desde 1897 es todo un patrimonio si de arquitectura y estilo se habla. El exterior es neoclásico, aunque lo más sorprendente está en el interior. El edificio está coronado con un espléndido domo acristalado desde 1908. Además, su magnífica herrería tiene entrelazados modernos y un elevador antiguo que te llevará a la época de oro.
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Palacio de Correos
Se construyó durante el periodo de Porfirio Díaz. Tiene un estilo ecléctico y está repleto de joyas de arte por dentro y fuera. Tiene trabajos de escayola, está ornamentado con mármoles, alberga los frescos de Bartolomé Gallotti, herrería de bronce dorado y majestuosas escalinatas.
Primer Palacio de Hierro
Se construyó en 1921 en el Centro de la ciudad, a unos pasos del Zócalo. Fue uno de las primeras grandes tiendas departamentales. El arquitecto fue el francés Paul Dubois, quien plasmó en el diseño el Art Nouveau y el Art Decó. Destacan el vitral emplomado al estilo Tiffany y el barandal.
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Palacio de los Azulejos
Todas sus puertas y ventanas están enmarcadas con cantera gris, pero los muros son los que lo hicieron famoso. Es un ejemplo único en la Ciudad de México por los azulejos que lo cubren totalmente. El interior es lo que más influencia francesa tiene. Los salones que hoy son un restaurante, antes servía para hacer grandes bailes.
Casa Boker
Es todo un ejemplo a seguir en la arquitectura del país. Los detalles en la fachada del edificio fueron hechos para llenar las expectativas del entonces Presidente Porfirio Díaz, quien disfrutaba las artes y la cultura francesa.
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