Por Marianna Magos
Taxco es uno de los primeros pueblos que fueron nombrados mágicos en México. Sus calles empedradas y tejados rojos lo hacen muy colorido. Aunque este lugar sea la cuna de los diseñadores y artesanos de la plata, su oferta gastronómica también es una de las razones por las que hay que visitarlo.
Los hoteles boutique ofrecen una vista excepcional de la Catedral de Santa Prisca y de las blancas fachadas que los rodean. En los restaurantes típicos se pueden probar los platillos emblemáticos taxqueños, como los tacos de cecina con salsa de jumil, el pozole guerrerense, el mole rosa, los platillos de cuaresma y el pan recién horneado.
Una opción muy chic es brindar con una bebida hecha con anís, agua mineral y hoja de plata. Éste y otros cocteles tradicionales son servidos en el Hotel Posada “La Misión”, en donde se encuentra un mural original del famoso artista Juan O´Gorman.
La novedad en Taxco es la Granja “Dos Puertas”, ya que la propuesta gastronómica de éste lugar es comida orgánica en su totalidad. Cuenta con 160 variedades de árboles frutales, carnes de cordero, codorniz, pollo, conejo y pato de criadero. Su propietario, Agustín Pineda se encarga personalmente del cuidado de las hierbas aromáticas y la elaboración de conservas. El menú cambia cada semana según la temporada de frutos frescos y carnes disponibles. Algunos platillos son los tacos de jícama con betabel, conejo en salsa roja, ensalada de zanahorias con huevitos de codorniz, y hasta tacos de pato con guacamole, sin olvidar un rico postre de conservas en miel de temporada.
El must total es visitar las panaderías, sobre todo la de Cacho Figueroa y Bocho Domínguez, ambas con una historia de más de 50 años. Taxco es patrimonio vivo y sabor único con glamour de diseño, sus balcones de hierro forjado y ahora callejoneadas lo hacen único, los hoteles boutique, museos y tradiciones son las visitas obligadas en semana santa.
Twitter: @mariannamagos y @tourismogourmet