El cine es una de las expresiones artísticas más populares por razones obvias. Las historias se adaptan a un lapso de atención al que estamos acostumbrados y sus elementos nos entretienen capturando toda nuestra atención.
Se trata de un arte trabajada por un ejercito de productores, técnicos, actores y muchas otras personas. Entre ellas, algunas se encargan de la escenografía, otras de las coreografías y algunas de la música. Por eso a veces el resultado final es catártico.
Con la música, por ejemplo, al escuchar una canción en una película puede cambiar nuestra manera de recordar la cinta, y sin duda, hay soundtracks que se han vuelto legendarios, tanto que a veces son reconocidos más allá de la cinta en la que aparecieron.
Guardians of the Galaxy
Disney es una de las empresas más poderosas del mundo, por lo que conseguir los derechos para todas las canciones del Awesome Mix Vol. 1 no debe haber sido difícil para ellos. Entre las canciones que aparecen en la película está Hooked on a Feeling, Moonage Daydream y Ain’t No Mountain High Enough.
Pulp Fiction
Tarantino hace las películas a su medida, es selectivo con cada canción que logra entrar en sus escenas y por eso todos las recordamos a la perfección. Es difícil dejar de lado increíbles soundtrack’s como lo son el de Kill Bill con Bang Bang o el de Jackie Brown con Across 110th Street, pero el de Pulp Fiction es la prueba de que el entonces joven director cuidaba meticulosamente cada aspecto de sus películas.
2001: A Space Odyssey
Uno de los soundtracks más famosos de la historia. Kubrick trabajó con el famoso compositor Alex North para crear el soundtrack perfecto para su película más ambiciosa, pero un día, mientras escuchaba música clásica y trabajaba en la cinta, decidió quitar por completo la música de North y sustituirla por música clásica que hoy también son parte esencial en la historia del cine.
Trainspotting
Uno de los momentos más importantes en el cine de los 90 llegó con esta obra maestra de Danny Boyle, en la que las drogas juegan un papel primordial, pero que la música, sin buscarlo, le quitó el papel. ¿Qué decir de ese inicio con Lust for Life de Iggy Pop? Un momento épico difícil de superar, sin embargo tal vez la misma película lo logró con el perfecto final al ritmo de Born Slippy de Underworld.
Lost in Translation
Soffia Coppola es una de las directoras más creativas de su generación. Aunque sus películas carezcan de aparente acción, los motivos son suficientes para ganar nuestra atención. Esta película, en la que los protagonistas son personas ajenas a su entorno, pero también a la vida, encuentra en la música una manera de comunicar todo eso que sentimos, pero no podemos describir.