Disco de la semana: «Ultraviolence» de Lana del Rey

Elizabeth Woolridge Grant ha trascendido no solo por la música que compone, también por calidad cinematográfica estética y la cobertura a los múltiples temas referentes a las relaciones humanas, haciendo hincapié a la cultura pop estadounidense de los años 50s y 60s. Y uno de los discos que nos hicieron amarla fue sin duda «Ultraviolence».

Debutó en 2012 con el álbum «Born to die», disco que generó muchas críticas negativas, entre las que recordamos palabras como: “triste”, “deprimente” y “sombría”. Pero aun con eso Lana logró convertirse en una estrella internacionalmente reconocida generando su primer single top-tep en el Billboard Hot 100 con el remix de la canción -Summertime Sadness-.

Desde ese éxito, Lana del Rey ha lanzado dos álbumes número uno Billboard 200 entre los que se encuentra «Ultraviolence» el cual se estrenó en 2014 y toma ese nombre la novela del famoso escritor inglés “La naranja mecánica” en donde se utiliza ese término como referencia a la violencia de una naturaleza extrema.

Lana es una cantante que ha plasmado en cada uno de sus albums la depresión de la que es víctima, y en «Ultraviolence» continuó alimentando la idea de tristeza permanente y la angustia constante sobre historias que vivió en el pasado y las que atraviesa en el presente. Algunas personas creen que cada postura que ella ha tomado no son más que las del personaje que ella misma se encargó de crear.

La canción titulada cómo el álbum es una de las más fuertes si la tomamos en un sentido literal, incluso algunas personas resultaron muy sensibles a su letra, pero no es más que la representación de que tan normalizada está la violencia del amor romántico y aunque la cantante tomo postura “anti feminista” respecto a la canción, el resto de sus canciones nos han dejado en claro el sarcasmo y crítica que nos ofrece en cada disco con su clásico estilo vintage.

Si alguna vez pasaste por alguna relación tormentosa, seguramente sentiste cada canción de Lana del Rey como una daga que probablemente dolía mucho, pero si entendías el mensaje, ese dolor te demostraba que podías salir adelante siempre. A veces solo necesitamos que las canciones hablen por nuestro corazón y nos curen el mal de amor.