Existen dos tipos de personas, las que aman el huevo y lo consumen en todas sus presentaciones o las que de plano no pueden ni olerlo. Sin embargo, todas las que se han declarado anti este alimento, cambiarán de parecer cuando les contemos TODOS los beneficios que aporta a nuestra piel.
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Conocido por ser rico en vitaminas y minerales, empezaremos diciendo que el huevo es una fuente natural de colágeno y albúmina, las cuales ayudan a mantener a raya la inflamación, minimizan temporalmente la aparición de líneas de expresión y mantienen la elasticidad en tu piel.
Los huevos también contienen vitaminas A y E, las cuales son primordiales en el proceso de envejecimiento del cuerpo y ayudan a combatir el acné (sobretodo la A). La yema también está llena de componentes que beneficiarán tu piel pues, ahí encontrarás los ácidos grasos, como la lecitina y el ácido linoleico, esenciales para reabastecer y rellenar la piel.
La lecitina tiene la capacidad de penetrar la epidermis hasta el nivel celular para proteger cada membrana celular , mientras que el ácido linoleico mantiene la barrera natural del aceite de la piel. Juntos bloquean la humedad, aumentan la hidratación y mantienen la piel fresca.
El extracto de clara de huevo ha demostrado que ayuda al brillo, mientras que los extractos de yema de huevo nutren y suavizan la piel.
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Existen cientos de recetas para hacer mascarillas caseras, así como productos profesionales en donde el huevo forma parte de los ingredientes. Sin embargo, agregarlo a tu dieta diaria también puede ser una forma de ayudar a tu piel y lucir mejor que nunca.
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